Según el comunicado, una batería Patriot fue destruida en un campo al sudoeste de la ciudad de Dniepropetrovsk por un certero lanzamiento del sistema de misiles rusos Iskander-M, mientras que otra resultó dañada.
Además, en las últimas 24 horas, las fuerzas rusas destruyeron una cabina de control de combate AN/MSQ-104 y una estación de radar multifuncional AN/MPQ-65, de fabricación estadounidense, que forman parte del sistema Patriot, así como concentraciones de personal y equipos militares ucranianos en 131 zonas.
El valor de una batería Patriot asciende a 1100 millones de dólares, al tiempo que el de un misil ronda los cuatro millones.
Los sistemas Patriot son una de las fundamentales exigencias de las fuerzas ucranianas, junto a los vehículos blindados, para enfrentarse a las fuerzas rusas.
En marzo de 2023, la primera batería Patriot de EE.UU. llegó a Ucrania y en reacción a esta medida estadounidense, Rusia declaró que el emplazamiento de los Patriot en Kiev es “una provocación” contra Moscú.
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