El mandatario ruso ha hecho estos comentarios tras mantener un encuentro con el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, en Sochi (sur de Rusia), durante el cual la contraparte finesa ha expresado su inquietud por las sanciones antirrusas.
De acuerdo con el líder ruso, las sanciones de la Unión Europea (UE) han afectado negativamente las relaciones de Rusia con otros países ya que, según estimaciones, el volumen de intercambio comercial se han reducido notablemente en lo que va de año.
"Rusia se opone categóricamente a semejante evolución", ha aseverado el jefe del Estado ruso, para luego añadir que "las sanciones repercuten negativamente en el comercio, los intereses empresariales, la dinámica del desarrollo, y a la larga, en la economía mundial".
Por último, Putin ha considerado que la situación de Kiev es el principal motivo de la espiral de sanciones que Bruselas y Moscú protagonizan, y ha advertido del "desarrollo de una aguda crisis política" en Ucrania.
El pasado 29 de julio, los Veintiocho impusieron una nueva serie de sanciones económicas contra Rusia que limitan el acceso de algunos bancos rusos al mercado financiero europeo. A partir del 1 de agosto entraron en vigor dichos embargos.
En represalia, Moscú cerró por período de un año las importaciones de una serie de productos alimenticios, provenientes de los países que impusieron las sanciones.
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