• El presidente estadounidense Barack Obama.
Publicada: jueves, 21 de mayo de 2015 6:12
Actualizada: martes, 20 de septiembre de 2016 6:38

Meses antes del surgimiento del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), el Gobierno de EE.UU. había sido informado por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), del ascenso del grupo takfirí y su inminente declaración de un califato en Irak y Siria.

Las armas almacenadas en los antiguos arsenales militares de Libia fueron enviadas desde el puerto de Bengasi, en Libia, al puerto de Banias (oeste de Siria) y el puerto de Burj Islam (noroeste de Siria)".

El portal Judicial Watch hizo pública, recientemente, una serie de documentos previamente clasificados del Departamento de Defensa de EE.UU. y del Departamento de Estado que revelan que Washington estaba al tanto del masivo envío de armas desde la turbulenta ciudad de Bengasi (este de Libia) a los terroristas que luchaban para derrocar al Gobierno legítimo del presidente sirio, Bashar al-Asad, en Siria.

El informe sobre la creciente amenaza planteada por lo que ahora se conoce como el grupo takfirí Daesh, así como el hecho de que estuviera recibiendo gran cantidad de armas procedentes de Libia, fue enviado el 5 de agosto de 2012 a la Casa Blanca, ha informado este jueves la agencia iraní de noticias Fars, citando a Judicial Watch.

"Las armas de los antiguos arsenales militares de Libia fueron enviadas desde el puerto de Bengasi, en Libia, al puerto de Banias (oeste de Siria) y el puerto de Burj Islam (noroeste de Siria). Las armas enviadas a finales de agosto de 2012 fueron rifles de francotirador, RPG (lanzacohetes antitanque portátiles), y obuses de 125 mm y de 155 mm", señala el documento.

El informe había advertido que el continuo deterioro de las condiciones de seguridad tendría "consecuencias nefastas sobre la situación iraquí" y supondría enormes beneficios para el grupo terrorista EIIL, que nació --según el informe-- de Al-Qaeda en Irak.

"Esto crea el ambiente ideal para Al-Qaeda (en Irak), para que vuelva a sus viejos bolsillos Mosul y Ramadi", dice el documento, agregando que "el EIIL también podría declarar un califato a través de su unión con otras organizaciones terroristas en Irak y Siria, lo que constituirá un grave peligro en cuanto a la unificación de Irak y la protección de su territorio".

Terroristas de Daesh reciben entrenamiento en un campo militar en Irak.

 

Pese a las advertencias formuladas por la DIA, el grupo takfirí EIIL, con miles de integrantes regionales, europeos y norteamericanos, declaró en junio de 2014 la instauración de su llamado califato en algunas zonas de las que se apoderó en Irak y Siria, donde está cometiendo diversos crímenes de lesa humanidad, entre ellos ejecuciones sumarias y secuestros masivos.

Las memorias de la exsecretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, y los documentos filtrados por el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden corroboran que el EIIL es creado por un trabajo conjunto de servicios de Inteligencia de EE.UU., el Reino Unido y el régimen de Israel, para satisfacer los intereses de Washington y sus aliados en Oriente Medio.

Ataque al consulado de EE.UU. en Bengasi

Las filtraciones de Judicial Watch revelan, además, que el Departamento de Defensa informó casi de inmediato de que el ataque contra el consulado de EE.UU. en la localidad libia de Bengasi fue planeado con diez días de antelación y llevado a cabo por terroristas vinculados a Al-Qaeda.

Según el texto, la entonces secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, y otros altos funcionarios de la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, eran consientes de que se había ideado un plan "para matar a tantos estadounidenses como fuera posible".

El embajador estadounidense al ser evacuado del consulado en Bengasi.

 

El mencionado ataque, ocurrido en septiembre de 2012, se saldó con la muerte del embajador norteamericano Chris Stevens y otros tres ciudadanos de ese país.

El acto de violencia tuvo lugar en plena campaña electoral en EE.UU. Tras los comicios los legisladores republicanos culparon al Gobierno de Obama de ocultar la naturaleza terrorista de lo ocurrido para no perder votos.

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