El OSDH anuncia que 14 ciudadanos sirios han sido asesinados desde el viernes por la tarde en Banias (Tartus), Jableh (Latakia) y los suburbios occidentales de la provincia de Hama. La edad de estas personas varía de 17 a 52 años y sus cuerpos fueron encontrados en terrenos agrícolas y aledaños a estas ciudades.
“Es necesario contener las armas y limitarlas al control gubernamental; las inspecciones deben realizarse con el permiso del mando militar porque algunos grupos secuestran y matan arbitrariamente a civiles”, indica el OSDH.
En este sentido, añadió que, “si la situación continúa así, será un verdadero desastre. La situación debe ser controlada por el Departamento de Operaciones Militares”.
Además, el director del OSDH, Rami Hamdalá, afirma que cualquiera que cometa un asesinato debe ser juzgado, ya sea soldado y oficial. “Nadie, ni Ahmad al-Shara ( Abu Mohammad al-Golani, líder de Hayat Tahrir al Sham) ni ningún gobierno pueden perdonarlos”, ha remarcado.
“El pueblo sirio quiere justicia durante el período de transición para que cualquiera que cometa un delito sea juzgado, el pueblo sirio no quiere justicia basada en la venganza, la venganza regirá la ley de la selva en Siria”, enfatizó.
Las ciudades sirias de Latakia, Tartus y Hama han sido escenario de protestas masivas contra el gobierno interino de Siria.
Los manifestantes, que incluyen a minorías religiosas como los alauitas y cristianos, han expresado su descontento con las atrocidades cometidas por los miembros de Hayat Tahrir Al-Sham que tomaron el poder, incluyendo asesinatos de civiles y profanación de lugares religiosos.
Las fuerzas del gobierno interino han respondido con violencia, abriendo fuego contra los manifestantes y causando múltiples heridos.
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