“Una de las cosas más peligrosas para una persona es participar en la opresión de un pueblo y una nación (…) el crimen de los sionistas supone la mayor opresión en la Tierra”, denunció el jueves Abdulmalik al-Houthi, líder del movimiento popular yemení Ansarolá.
Al respecto, Al-Houthi advirtió que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) están promoviendo la normalización de las relaciones con el régimen de Israel a través de series y programas que proporcionan “una mirada falsa y ofenden al pueblo palestino”.
Los que cooperan directamente con el régimen israelí o con quienes apoyan a los israelíes son cómplices de sus crímenes en el mundo, insistió, según recoge la cadena estatal yemení de televisión Al Masirah.
Ante tal situación, el líder de Ansarolá pidió a la comunidad internacional que evite cualquier forma de ayuda a EE.UU., Israel y sus aliados, de lo contrario, serán considerados como socios de sus crímenes contra la comunidad islámica, insiste.
En los últimos años, Israel ha estado manteniendo en secreto contactos con regímenes árabes de la región de Asia Occidental, como Arabia Saudí y los EAU, para restablecer unas relaciones diplomáticas que llevan estancadas desde hace más de medio siglo tras la guerra de los Seis Días en 1967.
Ignorando los crímenes que ha cometido y sigue cometiendo el régimen de Tel Aviv contra los palestinos desde su creación en los territorios de estos en 1948, Riad y Abu Dabi se han opuesto a una cláusula de la Unión Interparlamentaria (UIP) que exige poner fin a la normalización de las relaciones con Israel.
Por su parte, las autoridades palestinas advierten que, con el establecimiento de relaciones con el mundo árabe, Israel trata de conseguir legitimidad y normalizar la represión y el robo de las tierras palestinas.
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