“Yahya Sinwar está de fiesta estos días, y de eso no tengo ninguna duda, porque el objetivo principal de la guerra se está logrando ante sus ojos, y sin hacer casi nada, el líder del gobierno de HAMAS en Gaza está desmantelando lenta, pero seguramente la sociedad israelí desde dentro”, ha escrito el periodista Shlomo Piotrkowski en una nota publicada esta semana en el periódico hebreo Makor Rishon.
Según ha destacado Piotrkowski, las imágenes de Israel en 2023 ciertamente crearon la impresión de que la sociedad israelí se encuentra en una crisis interna y “quienes lo niegan cierran los ojos”.
Ha señalado que el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) conoce muy bien los puntos débiles de la sociedad israelí y “nos dieron una patada allí mismo”.
Para Piotrkowski, si Israel no entra en razón de inmediato y cambia la forma en que maneja la disputa, perderá la guerra. De hecho, el periodista se ha referido a las disputas entre quienes urgen un acuerdo de tregua con HAMAS y quienes se oponen a la iniciativa.
La forma en que se lleva a cabo el debate público en la sociedad israelí sobre el acuerdo de alto el fuego para liberar a los retenidos en manos de HAMAS “es promiscua y crea una victoria psicológica para HAMAS sobre Israel, incluso antes de que se haya puesto sobre la mesa cualquier propuesta real”, ha dicho.
De momento, HAMAS está examinando la propuesta de tregua con Israel presentada la semana pasada, tras casi siete meses de agresiones israelíes contra Gaza, donde más de 34 600 palestinos han perdido la vida desde el pasado 7 de octubre.
HAMAS debe dar una respuesta a un plan que prevé un alto el fuego de 40 días y un canje de retenidos israelíes por palestinos presos en cárceles israelíes.
Dentro del régimen israelí hay un conflicto en cuanto a un acuerdo de tregua con HAMAS. Esta semana, Benny Gantz, un miembro del gabinete de guerra israelí, declaró que si el primer ministro, Benjamín Netanyahu, no acepta intercambio de prisioneros, su gabinete será derrocado.
Mientras tanto, la crisis actual en el régimen ha dado un potente impulso a la determinación de los israelíes de destituir a Netanyahu.
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