El ejército israelí, en un reporte a través de su radio, informó el lunes que enfrenta una escasez de entre 10 000 y 12 000 soldados, principalmente debido a la negativa de los judíos ultraortodoxos a cumplir el servicio militar.
Ante esta situación, el ejército planea enfocarse en las comunidades judías de Estados Unidos y Francia, con la meta de incorporar alrededor de 700 reclutas anuales.
Según informes, también estaría intentando atraer a unos 30 000 solicitantes de asilo de países africanos a sus filas, ofreciéndoles la residencia permanente en los territorios ocupados.
En julio, el diario israelí Maariv reveló que altos mandos militares sionistas reconocieron por primera vez la magnitud del desgaste, estimando una falta de unos 7500 soldados.
La escasez ha agravado otros problemas en las fuerzas armadas israelíes, como déficit de equipo y un sistema de reservistas sobrecargado tras 22 meses de combate en Gaza.
⭕️ Israeli Army Radio reports the military, facing a shortfall of 10–12k soldiers, plans to recruit Jewish youth from the Diaspora — mainly the U.S. and France. The army estimates a potential pool of 10k foreign conscripts, aiming initially to add 600–700 recruits annually. With… https://t.co/zlXbK0q8GP
— Drop Site (@DropSiteNews) August 18, 2025
Los líderes de batallón señalaron cargas de trabajo abrumadoras, y algunos anunciaron planes de jubilación anticipada y muchos reservistas han reportado problemas psicológicos y agotamiento relacionados con la guerra genocida.
Suicidio entre los soldados israelíes
Una investigación militar israelí ha encontrado un aumento en los suicidios entre sus soldados, siendo la mayoría de los casos directamente vinculados al profundo trauma psicológico y la exposición a condiciones extremas vividas durante la guerra genocida en Gaza.
Los hallazgos indicaron que la mayoría de los suicidios surgieron a raíz de la exposición prolongada al combate, experiencias traumáticas en el campo de batalla y la presión psicológica derivada de la pérdida de compañeros.
A pesar de los intentos del ejército israelí por censurar los informes sobre los suicidios y las circunstancias que los rodean, continúan surgiendo pruebas de un aumento drástico en estos casos. Los medios de comunicación han sugerido que el número real de suicidios podría ser aún mayor que el reportado.
Se ha informado que el ejército israelí ha enterrado a algunos de estos soldados sin funerales militares ni anuncios públicos, en un esfuerzo desesperado por ocultar la magnitud de la crisis.
En los últimos meses, la creciente escasez de personal ha llevado al ejército israelí a convocar a soldados diagnosticados con trastorno de estrés postraumático (TEPT), mientras estos reportan cada vez más experiencias de “trauma de guerra, problemas familiares y angustia psicológica”.
Pese al rechazo de la oposición, la gran parte de la sociedad israelí y numerosos reservistas a la continuación de la guerra, el gabinete extremista del primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha decidido ampliar la ofensiva y ocupar toda la Franja palestina.
Los críticos acusan al premier sionista de prolongar el conflicto para garantizar su supervivencia política, sin importarle la vida de las tropas ni el destino de los retenidos israelíes que permanecen en Gaza.
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