El congelamiento del 30 % del presupuesto de las instituciones federales, recientemente anunciado por el Ministerio de Educación, lanzó a las calles a la comunidad académica, que denuncia que la cruzada ideológica de Bolsonaro golpea a la educación en Brasil.
El exministro de Educación y rival de Bolsonaro en las presidenciales de octubre, Fernando Haddad, convocó una nueva protesta en la capital carioca.
Los manifestantes consideraron a Bolsonaro el peor presidente de Brasil, pues no cuenta con plan alguno de Gobierno.
Los indignados denunciaron también que las retenciones que busca el Ministerio de Educación pueden comprometer el cumplimiento de contratos y el pago de servicios y proveedores en áreas esenciales.
La educación en Brasil, un sector que se enfrenta a desafíos enormes, vive horas turbias, bloqueos presupuestarios para las universidades, guerras intestinas y purgas en el seno del Ministerio, anuncios controvertidos y desmentidos al día siguiente, la dimisión del ministro tras tres meses de gestión desastrosa, son algunos de estos retos.
Los analistas advierten que lo que está haciendo Bolsonaro con la educación en Brasil es una cruzada ideológica con la izquierda, que golpeará fuertemente a la educación del país.
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