• Una sesión del Tribunal Supremo de Brasil, celebrada en Brasilia, 7 de noviembre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 8 de noviembre de 2019 19:56
Actualizada: viernes, 8 de noviembre de 2019 22:53

La Justicia brasileña ha autorizado este viernes la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado un año y siete meses por “corrupción”.

El magistrado de ejecución de penas Danilo Pereira ha determinado dar luz verde a la solicitud presentada la misma jornada por la defensa ante la Justicia Federal de Curitiba, tras la anulación de prisión en segunda instancia dictada por el Supremo Tribunal Federal (STF).

Pereira ha indicado que “ya no existen fundamentos para la ejecución de la sentencia”. El jueves, los jueces del STF determinaron, tras una votación, que las penas de prisión empezarán a cumplirse solo cuando el acusado agote todos los recursos disponibles, es decir, cuando no haya más recursos judiciales en proceso. Al líder de la izquierda le quedan todavía recursos pendientes, por lo que ha quedado en libertad.

Se prevé que el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) salga de la sede de la Policía Federal de Curitiba en la que está recluido en las próximas horas del viernes. Desde la tarde del jueves, cientos de miles de seguidores, que siempre han estado al lado del mandatario, se han ido congregando en una vigilia a la espera de la liberación. La noticia fue recibida al grito de “Lula, guerrero del pueblo brasilero”.

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Ya no existen fundamentos para la ejecución de la sentencia”, ha declarado el magistrado de ejecución de penas Danilo Pereira, determinando así la libertad del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.

La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, había dicho poco antes de conocerse la sentencia que Lula tiene la intención de “agradecer” a las personas que se encuentran allí para dar su apoyo “desde hace 580 días” y que una de sus primeras actividades previstas será visitar el Sindicato de los Metalúrgicos de las afueras de Sao Paulo, donde inició su carrera política.

La liberación del exmandatario (2003-2010), considerado el mejor presidente en la historia de Brasil, no significa el final del juicio sobre el triplex Guarujá, por el cual fue condenado por “corrupción y lavado de dinero” en primera instancia en julio de 2017. Por el contrario, el exmandatario esperará el juicio sobre las apelaciones que aún están pendientes en el Tribunal Superior de Justicia.

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De ahí que el abogado de Lula, Cristiano Zanin, estime que “batalla jurídica continúa y nuestro foco es la anulación de todo el proceso que llevó a su condena”.

El expresidente lideraba las encuestas de las elecciones presidenciales de 2018, a pesar de haber sido condenado por “corrupción”, hasta que los tribunales dictaminaron que podía postularse. Jair Bolsonaro, un exlegislador de extrema derecha y declarado enemigo de Lula, fue elegido en octubre del año pasado.

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