Un comité de la AGNU condenó el martes, a través de una resolución, las supuestas violaciones de derechos humanos en Corea del Norte, expresando, además, su preocupación de que los fondos requeridos para resolver la crisis humanitaria se desvíen por Pyongyang para su programa nuclear y de misiles.
La resolución, propuesta por Japón y la Unión Europea (UE), fue adoptada por consenso en el Comité de asuntos humanitarios de la Asamblea General y se espera que el próximo diciembre el pleno de la AGNU vote tal medida.
Las autoridades norcoreanas han rechazado y condenado en reiteradas ocasiones las acusaciones de la Casa Blanca y sus aliados respecto al tema de los derechos humanos en su país y aseguran que Corea del Norte tiene “el sistema de derechos humanos más favorable del mundo”.
Por otra parte, las pruebas nucleares y de misiles de Corea del Norte han provocado la condena y el rechazo de diferentes países y organizaciones internacionales, incluyendo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU). Sin embargo, Pyongyang asegura que las actividades de su país tienen carácter disuasivo y de autodefensa ante el belicismo de Washington y Seúl, al tiempo que ha advertido de un ataque nuclear preventivo a su vecino sureño y a EE.UU.
Incluso tras la recién victoria del republicano Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, Corea del Norte avisó de que el presidente electo tendrá que afrontar un “Estado nuclear”.
En este sentido, tras la aprobación de la referida resolución, un diplomático norcoreano en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recalcó que para Corea del Norte no hay diferencia quién es el presidente del país norteamericano, lo importante es que Washington acabe con sus medidas hostiles contra Pyongyang.
“No nos importa quién sea el presidente de EE.UU. (…) La cuestión fundamental aquí es si Estados Unidos tiene o no la voluntad política de retirar su política hostil hacia la RPDC (República Popular y Democrática de Corea)”, afirmó dirigiéndose a los periodistas Kim Yong Ho, director de derechos humanos y asuntos humanitarios de la Cancillería norcoreana.
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