Han sobrevivido más de mil años. Llegaron aquí desde diferentes partes del mundo. El primero fue donado en el año 327 de la hégira lunar, es decir, 939 después de Cristo. Se trata de uno de los tesoros más importantes y valiosos del legado islámico, que se encuentra en el mausoleo del Imam Reza (la paz sea con él), en la ciudad nororiental de Mashad.
Debido a la antigüedad y delicadeza, estos manuscritos requieren un cuidado intenso, por lo que los responsables controlan constantemente la temperatura, la humedad y la luz para impedir cualquier daño a este patrimonio al que muchos investigadores están interesados en acceder.
Los responsables del centro aseguran que no hay ninguna limitación ni restricción para que los investigadores de diversas partes del mundo accedan a este tesoro y reaviven su legado.
La mayoría de los manuscritos que vemos aquí han sido regalados a lo largo de la historia al mausoleo del Imam Reza (P), lo que lo convierte en un valioso tesoro que aún tiene mucho que descubrir para los investigadores.
Samaneh Kachui, Mashad
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