El personal de Ayuda Médica para los Palestinos (MAP) en el hospital Al-Naser de Jan Yunis, Gaza, advirtió que las restricciones israelíes al ingreso de combustible ponen en grave riesgo la vida de niños, bebés y pacientes gravemente enfermos.
El hospital más grande del sur de Gaza, que opera de forma parcial, podría cerrar en 48 horas si no recibe nuevos suministros de combustible. Esto forzaría la suspensión de operaciones esenciales, poniendo en grave peligro la vida de pacientes críticos, incluidos niños y recién nacidos, en cuidados intensivos.
El hospital Al-Naser está racionando combustible y priorizando el suministro de energía para quirófanos y unidades de cuidados intensivos, pediátricos y neonatales.
Actualmente, 13 pacientes, incluidos tres niños, dependen de ventilación mecánica en el hospital, mientras que 17 recién nacidos necesitan incubadoras para sobrevivir.
El resto de las instalaciones hospitalarias funcionan con iluminación mínima, respaldadas por un generador más pequeño y sistemas solares durante el día.
“La situación es crítica. Sin combustible adicional, este hospital cerrará en menos de 48 horas, dejando a pacientes en estado crítico, como niños conectados a respiradores y recién nacidos en incubadoras, enfrentando una muerte inminente”, advirtió Mohammed Aghaalkurdi, responsable del programa médico de MAP en Gaza.
“Nos estamos quedando sin tiempo. Los cortes de electricidad ya están interrumpiendo la atención, y nos vemos obligados a priorizar solo las áreas más esenciales mientras el resto del hospital queda a oscuras. La entrada de combustible es una cuestión de vida o muerte”, agregó.
MAP hace un llamado urgente a la comunidad internacional, incluido el gobierno del Reino Unido, para que presione a Israel a permitir el suministro de combustible suficiente a Gaza, lo que es esencial para sostener las operaciones críticas en el Hospital Al-Naser y otros centros de salud.
La organización también exige la protección de los hospitales y la rendición de cuentas de los responsables del desmantelamiento sistemático del sistema de salud de Gaza, que ha puesto en peligro la supervivencia del pueblo palestino.
Israel lanzó una ofensiva brutal contra Gaza el 7 de octubre de 2023, luego de que el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) realizara una operación histórica contra Israel en represalia por las atrocidades cometidas contra los palestinos.
Hasta ahora, el régimen israelí ha causado la muerte de al menos 46 006 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha dejado más de 110 000 heridos en el territorio asediado.
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