• El secretario del Departamento de Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, en el Senado, 22 de mayo de 2018.
Publicada: lunes, 11 de junio de 2018 17:13
Actualizada: lunes, 11 de junio de 2018 18:23

Estados Unidos ha impuesto este lunes sanciones contra cinco empresas y tres ciudadanos de Rusia por supuestos ataques cibernéticos.

Las sanciones se aplican en virtud de la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de EE.UU. mediante Sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés), y la orden ejecutiva relativa a las “actividades cibernéticas maliciosas” contra EE.UU., ha explicado el Departamento del Tesoro estadounidense mediante un comunicado, publicado en el sitio web de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).

Según indica la nota, los posibles activos de los sancionados en Estados Unidos serán congelados y los estadounidenses ya no podrán hacer negocios con ellos.

“Estados Unidos está realizando un esfuerzo constante para contrarrestar a los actores maliciosos que trabajan por orden de la Federación Rusa y sus unidades militares y de inteligencia para incrementar las capacidades cibernéticas ofensivas de Rusia”, ha señalado el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en el comunicado.

Estados Unidos está realizando un esfuerzo constante para contrarrestar a los actores maliciosos que trabajan por orden de la Federación Rusa y sus unidades militares y de inteligencia para incrementar las capacidades cibernéticas ofensivas de Rusia”, afirma el secretario del Departamento de Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin.

 

El Tesoro estadounidense ha justificado que las sanciones fueron adoptadas en respuesta a una serie de ataques cibernéticos, incluido el ataque NotPetya del año pasado, así como “las intromisiones” en la red de energía y la red de infraestructura global. Además, ha acusado a Moscú de haber rastreado cables submarinos que transportan la mayor parte de los datos de telecomunicaciones del mundo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó el pasado 4 de junio la ley de contramedidas a las sanciones y acciones “hostiles”’ de Washington y sus aliados contra Moscú.

En marzo pasado, el presidente estadounidense, Donald Trump, prolongó un año más las sanciones impuestas a Rusia por su presunta implicación en la crisis en el este de Ucrania, donde fuerzas militares de Kiev combaten a los independentistas con armas suministradas por Washington.

Moscú, por su parte, rechaza los embargos impuestos desde 2014 —cuando la península de Crimea decidió incorporarse a Rusia— por EE.UU. y la Unión Europea (UE) y amenaza con dar una respuesta “puntual y dolorosa”

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