• James Mattis, secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), habla en una rueda de prensa, 24 de julio de 2018.
Publicada: viernes, 27 de julio de 2018 17:39
Actualizada: viernes, 27 de julio de 2018 21:31

El Gobierno de los Estados Unidos da marcha atrás en sus planes para cambiar el sistema político de la República Islámica de Irán.

El secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), James Mattis, ha afirmado hoy viernes que Washington no ha adoptado una política tendente a cambiar o derrocar el sistema político iraní.

En declaraciones a los periodistas, Mattis ha argumentado que el objetivo de las presiones a Teherán de la Casa Blanca es cambiar su comportamiento en Oriente Medio.

“Necesitamos que cambien su comportamiento en una serie de amenazas que pueden presentar con sus militares, con sus servicios de inteligencia, con sus testaferros y con sus agentes”, ha declarado el número uno del Pentágono.

Mattis ha hecho esta declaración tras discusiones de alto nivel mantenidas ayer jueves en la Casa Blanca sobre distintos asuntos, incluidas las relaciones con Irán. La reunión tuvo lugar después del reciente cruce de advertencias entre los presidente de Irán y Estados Unidos.

Necesitamos que cambien su comportamiento en una serie de amenazas que pueden presentar con sus militares, con sus servicios de inteligencia, con sus testaferros y con sus agentes”, ha declarado James Mattis, secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), sobre la política de Washington para Irán.

 

El jefe del Gobierno iraní, Hasan Rohani, llamó el domingo a la Administración estadounidense a hacer cesar su hostilidad a la República Islámica y advirtió de que un conflicto con Irán sería “la madre de todas las guerras”.

Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a recurrir a su retórica antiraní, amenazando a Irán con lo que “pocos en la historia han sufrido”.

La revista norteamericana Foreign Policy publicó el jueves que el cambio del sistema político de Irán ha sido un “deseo frustrado” de casi todas las Administraciones estadounidenses desde la victoria de la Revolución Islámica, en 1979.

Con la llegada al poder de Trump, EE.UU. adoptó una postura de suma agresividad contra Irán, de modo que hasta altos cargos estadounidenses comenzaron a participar en reuniones del grupo terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), responsable de la muerte de más de 17 000 iraníes.

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