Conforme a un informe del diario The Washington Post, una de las medidas que obstaculizará los planes del demócrata Joe Biden, una vez acceda a la Presidencia de EE.UU., es la inclusión de Cuba en la lista de países patricinadores del terrorismo, una decisión que fue objetada por varios legisladores estadounidenses, pues se tomó sin consultarla previamente con el Congreso.
Asimismo, el hecho de que la Administración del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, pasara a considerar, el pasado 10 de enero, al movimiento popular yemení Ansarolá una organización terrorista ―medida que entrará en vigor el 19 de enero―, tampoco ayudará a Biden.
Por otro lado, se encuentra la eliminación de las prohibiciones a que altos funcionarios estadounidenses mantengan contactos con sus homólogos taiwaneses, una jugada que seguramente enrarecerá los ya dañados lazos con China. Esto por mencionar solo unos pocos ejemplos.
La estrategia adoptada por la Administración de Trump en diferentes cuestiones internacionales ha generado una ola de críticas y condenas, tanto entre los políticos y senadores estadounidenses, como entre el pueblo norteamericano, que ha realizado varias manifestaciones para expresar su condena a las decisiones políticas del magnate republicano.
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