• El secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter
Publicada: viernes, 21 de agosto de 2015 5:17
Actualizada: lunes, 21 de septiembre de 2015 14:09

El secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, consideró a Rusia como la mayor amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.

“Rusia es una amenaza muy, muy grande a la seguridad nacional de Estados Unidos”, aseguró el jueves Carter, hablando sobre el tema con otros titulares de su país.

Rusia es una amenaza muy, muy grande a la seguridad nacional de Estados Unidos”, aseguró el secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter.

En una rueda de prensa celebrada en el Pentágono, el funcionario norteamericano explicó que, para llegar a esa conclusión, solo bastaba fijarse en el tamaño del arsenal nuclear que posee Rusia, si bien ratificó que la magnitud del mismo no era nada nuevo.

A su juicio, lo nuevo es considerar a Rusia como un “antagonista”, sin precedentes, desde el fin de la Guerra Fría (1947-1991), razón por lo que urgió a Washington a ajustarse para enfrentar la reciente postura de Moscú.

No obstante, Carter afirmó que Washington continuará sus cooperaciones con Moscú, siempre y cuando los intereses del Kremlin se alineen con los de la Casa Blanca.

El 12 de agosto, el jefe del Estado Mayor del Ejército de EE.UU., el general Ray Odierno, también identificó a Moscú como la amenaza más peligrosa para la seguridad de su país.

El pasado 9 de julio, el general estadounidense Joseph Dunford, propuesto para presidir el Estado Mayor Conjunto (EMC) del país norteamericano, señaló a Rusia como la mayor amenaza para Washington, incluso un peligro mayor que el que significa la banda terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe).

Esa postura de Dunford coincidió con la expresada en varias ocasiones el año pasado por el presidente saliente del EMC, el general Martin Dempsey.

No obstante, un día antes, cuando la secretaria de la Fuerza Aérea estadounidense, Deborah James, manifestó también la misma idea, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, reaccionó denunciando la creación de “un ambiente artificial de antagonismo”.

La tensión entre Rusia y el Occidente se intensificó después de que la península de Crimea dejara de ser parte de Ucrania, al anexionarse a Rusia tras un referéndum celebrado en 16 marzo de 2014 en el que más del 96 % de los votantes avaló esta opción.

El Gobierno de Ucrania y países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, no reconocieron los resultados, ni la consecuente adhesión de la península a Rusia, por este motivo Estados Unidos y la Unión Europea han aprobado varios paquetes de sanciones antirrusas. Desde esa fecha, el este rusohablante de Ucrania además se convirtió en una escena catastrófica de conflicto armado con Kiev.

En lo que va del año, esta crisis ha dejado 6832 muertos, de acuerdo con las últimas cifras proporcionadas el lunes por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), mientras que más de 845 militares ucranianos han desaparecido ya en el conflicto ucraniano, conforme con el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, en ucraniano).

ask/ncl/hnb