Los pilotos estadounidenses han narrado este viernes a la cadena CNN lo que han experimentado la noche en que el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán lanzó la operación “Verdadera Promesa” contra Israel, en respuesta al ataque israelí al consulado iraní en la capital siria, Damasco, en lo cual varios asesores militares iraníes perdieron la vida.
La noche del 13 de abril, Irán lanzó más de 300 drones, misiles balísticos y misiles de crucero, en un ataque que fue “mucho más grande” de lo que esperaba el ejército estadounidense, ha informado la cadena estadounidense citando al personal de la Fuerza Aérea de EE.UU.
Los pilotos de los cazas F-15, los oficiales de armas y el personal de tierra, que hablaron con CNN, confirmaron que “se sintieron abrumados por momentos” mientras buscaban enfrentar el ataque iraní, que representó “la primera prueba real para la Fuerza Aérea de Estados Unidos contra un ataque prolongado y a gran escala con drones”.
Si bien el personal de la Fuerza Aérea de EE.UU., como el resto del mundo, había estado esperando y preparándose para el esperado ataque iraní, “no teníamos idea (de lo que estaba sucediendo) cuando nos dieron las instrucciones para volar esa noche”, ha indicado la oficial estadounidense de sistemas de armas la capitana Lacie Hester. “Podría haber sido simplemente un fracaso, otra salida más volando en círculo, esperando a que sucediera”, ha agregado.
Dificultad de detectar drones iraníes y el agotamiento de los misiles
El piloto de avión de combate F-15, mayor Benjamin Coffey, habló sobre la dificultad que tenían los radares estadounidenses para detectar los drones lanzados por Irán hacia Israel. “El mejor radar del inventario está en este avión detrás de nosotros, y nadie sabía realmente si existía o no su capacidad para encontrar estos [drones]”, ha aseverado.
En su intento de enfrentar el ataque iraní, los cazas estadounidenses se enfrentaron a otro desafío: “las armas más eficaces de los aviones de combate contra los drones se agotaron rápidamente”, ha destacado el piloto, explicando que “el F-15E Strike Eagle solo puede transportar ocho misiles aire-aire a la vez”.
Si bien “la misión era derribar drones con cualquier arma que tuviéramos disponible para proteger a nuestro aliado, nos quedamos sin misiles bastante rápido… en 20 minutos, tal vez”, confirmó otro piloto del caza F-15, el teniente coronel Curtis Culver.
Una vez gastados esos recursos, la siguiente tarea fue aún más ardua: aterrizar en la base militar estadounidense, no revelada en la región, “presenciando un estado de caos”, con “tropas siendo trasladadas a búnkeres”, añadió.
Las Fuerzas Armadas iraníes han infligido golpes aplastantes contra el régimen de Israel en dos operaciones de represalia, denominadas Verdadera Promesa 1 y 2.
El 1 de octubre, la Fuerza Aeroespacial del CGRI de Irán lanzó una ola de misiles balísticos contra bases militares y de inteligencia israelíes clave en el corazón de los territorios ocupados.
Esta segunda operación se llevó a cabo en respuesta al asesinato de los principales líderes de la Resistencia —Ismail Haniya, jefe del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), y el líder del Movimiento de la Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá— y el general de brigada Abás Nilforushan, un alto comandante del Cuerpo de Guardianes de Irán, por parte del régimen sionista.
Según el CGRI, el 90 % de los misiles alcanzaron los objetivos previstos, evadiendo los muy publicitados como invulnerables sistemas de misiles del régimen sionista.
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