Según fuentes locales, la base muy probablemente se establecerá en la región de Al-Tanf en el sureste de Siria, cerca de las fronteras con Irak y Jordania, mientras relevan que esta sería la primera visita de este tipo tras la caída del presidente sirio Bashar al-Asad en diciembre pasado.
Se informa que los enviados estadounidenses también promoverán la construcción de una base naval en la costa occidental de Siria y buscarán obtener la aprobación de la administración gobernante de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) para dicho propósito.
Medios locales sirios señalan que estas bases perpetuarían la presencia de fuerzas militares estadounidenses en territorio sirio, pero reducirían el número de tropas de 2000 a 500.
A mediados de abril, el portavoz principal del Pentágono, Sean Parnell, dijo que el Ejército estadounidense tiene la intención de reducir su presencia militar en Siria a menos de 1000 soldados en los próximos meses.
Actualmente, el Eército estadounidense cuenta con aproximadamente 2000 soldados desplegados en Siria en varias bases, principalmente en el noreste.El Pentágono no especificó en el comunicado cuántas tropas serán retiradas, pero The New York Times informó anteriormente que la cifra sería de 600.
Tampoco se proporcionó un cronograma específico para el retiro.
El Ejército estadounidense ha desplegado desde 2014 sus fuerzas y equipos en el noreste de Siria sin autorización del gobierno del país árabe, y el Pentágono indica que el despliegue tiene como objetivo evitar que los yacimientos petrolíferos de la zona caigan en manos de los remanentes de Daesh, Damasco, sin embargo, sostuvo que esa presencia lo que busca es usurpar los recursos naturales sirios.
En los últimos años, se han difundido múltiples videos que muestran cómo las fuerzas de ocupación estadounidenses han utilizado camiones cisterna para contrabandear petróleo crudo sirio desde las provincias del norte hacia sus bases en el norte de Irak, como parte del saqueo sistemático de Washington sobre los recursos básicos de Siria.
El presidente estadounidense, Donald Trump, también ha admitido en varias ocasiones que las fuerzas estadounidenses estaban en el país árabe por su riqueza petrolera.
Además, existen varios informes que señalan el apoyo directo o indirecto de Washington, a través de sus aliados regionales, al grupo terrorista Daesh en los últimos años.
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