Rafael Mariano Grossi, director general de la AIEA, ha expresado este miércoles su preocupación por la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de permitir los ensayos nucleares, y ha advertido de que la medida supone “una erosión del sentido de la seguridad internacional, de la paz y de la no proliferación”.
Grossi ha señalado que estos ensayos “no son más que manifestaciones externas de un malestar profundo, de una tensión y de una fragmentación que aumenta” en desmedro de la paz global, y ha pedido reforzar los regímenes de no proliferación y devolver a las Naciones Unidas su papel central en el mantenimiento de la paz mundial.
Al comentar las acusaciones de Trump de que Rusia y China habrían realizado pruebas nucleares secretas, algo que ambos países niegan, el jefe de la AIEA ha recordado que un sistema internacional de monitoreo permite detectar de inmediato cualquier ensayo de este tipo.
“Tenemos un sistema internacional de monitoreo establecido por el Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares y controlado por una organización hermana de la mía que está en Viena, que puede captar inmediatamente fenómenos de este tipo”, ha agregado.
“En todo caso, ensayo por ensayo, misil por misil, en todo caso, no es una buena noticia”, ha concluido.
Poco antes, la Fuerza Espacial de EE.UU. ha anunciado una prueba rutinaria del misil intercontinental Minuteman III, capaz de portar ojivas nucleares, aunque sin carga activa durante el ensayo. Según Washington, la prueba fue planificada años atrás y busca “verificar la efectividad del sistema de armas”.
El 30 de octubre, Trump ordenó reanudar “de inmediato” los ensayos con armas nucleares, alegando que otros países ya realizan pruebas similares. Rusia ha desmentido esas acusaciones y ha reiterado su compromiso con el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
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