Por más que se había convenido que no se impondrían nuevas restricciones, han abusado de una diferencia de interpretaciones sobre el acuerdo de Ginebra para añadir nuevos individuos y empresas a la lista de sanciones”.
“Por más que se había convenido que no se impondrían nuevas restricciones, han abusado de una diferencia de interpretaciones sobre el acuerdo de Ginebra para añadir nuevos individuos y empresas a la lista de sanciones”, dijo Araqchi en rueda de prensa en Teherán, antes de añadir que “para nosotros no hay duda de que esto constituyen ‘sanciones’ nuevas”.
El diplomático persa tildó las nuevas restricciones de “decisión equivocada, en un momento equivocado”, y advirtió que estas medidas “tendrán consecuencias cuando entremos en los detalles”.
“Los juegos que se traen Europa y Estados Unidos, que si la Casa Blanca y el Congreso, que se llega a un acuerdo y luego pretenden que uno de sus miembros está en contra, hacen nuestro trabajo muy duro y muy complejo”, explicó el alto negociador iraní, entre alusiones al largo historial de incumplimientos y deslealtades de la Unión Europea (UE) en sus tratos con Irán y otros países.
Los juegos que se traen Europa y Estados Unidos, que si la Casa Blanca y el Congreso, que se llega a un acuerdo y luego pretenden que uno de sus miembros está en contra, hacen nuestro trabajo muy duro y muy complejo”.
Al ser preguntado por los periodistas sobre las principales argucias de los occidentales, Araqchi apuntó a los desacuerdos entre los miembros del Grupo 5+1. “Claro que en parte son reales; cuando las cosas llegan al punto delicado, lograr una unidad de opinión entre 6 países es muy difícil. Pero, también, en parte, explotan esas diferencias para imponer sus exigencias”, dijo.
Pese a estos sinsabores, el viceministro de Exteriores persa subrayó que Irán se mantiene firme. “Les hemos dicho en multitud de ocasiones que nosotros dialogamos con un 5+1 que hable con una sola voz, y no estamos dispuestos a volver a tratar cuestiones (acordadas) dos o tres veces”.
De ahí que Araqchi evocara una prolongación de los diálogos más allá del plazo previsto en noviembre. “Todavía no se puede decir con rotundidad si vamos o no a llegar al acuerdo definitivo en junio”, dijo, puesto que “es posible que nuestras contrapartes presenten exigencias excesivas y fuera de lo razonable al entrar en los detalles”, señalando que ése es el modo habitual de negociación de los occidentales.
Araqchi insistió en que su equipo negociador, en todo momento, tiene presente las inquietudes e indicaciones del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, tanto las expresadas en público como las dirigidas en su momento al presidente, Hasan Rohani, o al canciller, Mohamad Yavad Zarif.
Sobre la fiabilidad de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y los posibles problemas que pudiera crear, Araqchi dijo que es “la única autoridad reconocida” en materia nuclear, y Teherán no permitirá que ninguna otra instancia inspeccione sus instalaciones. Lo importante, recalcó, es la simultaneidad de la supresión de las llamadas “sanciones”.
Irán mantiene un proceso de diálogo con el Grupo 5+1 formado por Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia, China, Francia, más Alemania, con el fin de eliminar susceptibilidades sobre el programa de energía nuclear iraní y de suprimir todas las restricciones impuestas al país bajo el pretexto de dicho programa.
El pasado 2 de abril, Irán y el Sexteto llegaron a un principio de acuerdo tras ocho días de maratonianas conversaciones en la ciudad suiza de Lausana.
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