“Irán no está realizando actualmente actividades clave de desarrollo de armas nucleares que serían necesarias para producir un dispositivo nuclear comprobable”, subraya una evaluación de la Oficina del director de Inteligencia Nacional estadounidense, publicada el lunes.
Estas conclusiones concuerdan con evaluaciones previas de Estados Unidos en relación con el programa nuclear iraní, pese a las acusaciones sin fundamento que plantean algunos aliados de Washington, encabezados por el régimen de Israel, sobre las actividades nucleares pacíficas de Irán.
El informe indica además que “Irán continúa aumentando el [...] nivel de enriquecimiento de su reserva de uranio más allá de los límites del JCPOA”, siglas en inglés del Plan Integral de Acción Conjunta o el nombre oficial del acuerdo nuclear de 2015 firmado por Teherán y el Grupo 5+1 —Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—.
El informe se da a conocer mientras que la República Islámica ha dejado claro una y otra vez que no busca dotarse de armas nucleares, en conformidad con una fatwa (decreto religioso) emitida por el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, que prohíbe cualquier desarrollo, uso o almacenamiento de bombas atómicas y otras armas de destrucción masiva.
Irán mostró al mundo la naturaleza puramente pacífica de su programa nuclear al firmar en 2015 el PIAC, en virtud del cual, aceptó limitar su enriquecimiento de uranio bajo la vigilancia de los inspectores de las Naciones Unidas a cambio del levantamiento de las sanciones económicas.
El pacto estaba funcionando bien hasta que el expresidente estadounidense Donald Trump decidió retirarse en 2018 del acuerdo de manera unilateral pese al rechazo y advertencias de la comunidad internacional y reimpuso las sanciones a la República Islámica.
Irán, que seguía cumpliendo a rajatabla sus compromisos establecidos en el pacto, comenzó sus medidas correctivas de represalia en 2019, aumentando su enriquecimiento de uranio más allá de lo indicado en el PIAC. Sin embargo, Teherán sostuvo desde el principio que revertiría todos estos pasos si EE.UU. eliminaba los embargos.
Los esfuerzos diplomáticos multilaterales para revivir el PIAC se han estancado desde agosto pasado, e Irán culpa de ello a Estados Unidos por no garantizar que no abandonará el acuerdo nuevamente.
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