La misión permanente de Irán ante las organizaciones internacionales asentadas en Viena (Austria), en una nota emitida este jueves, tras los informes del director general de la AIEA, Rafael Grossi, sobre las actividades nucleares del país persa, subraya que Irán proporcionó de manera voluntaria toda la información necesaria, los documentos y el acceso solicitados por el ente.
En este contexto, ha precisado que “la cooperación constructiva del Irán con el organismo nuclear de la ONU no debe verse socavada por intereses políticos miopes”.
Ha agregado que los informes de la AIEA presentan muchas deficiencias y no reflejan plenamente el nivel de cooperación del Irán con el organismo, ni los logros alcanzados.
Ha puesto en tela de juicio las referencias innecesarias a cuestiones que ya han sido cerradas, aseverando que este enfoque y la presentación de temas que han sido completamente cerrados confunden a los lectores y pueden llevar a la idea errónea de que estos temas están abiertos.
“Este informe debe centrarse únicamente en las cuestiones actuales pendientes junto con su desempeño y tareas”, ha enfatizado.
Respecto de la llamada cuestión de los “dos lugares”, ha señalado que el origen de esta cuestión se remonta a acusaciones hechas principalmente por un tercero malintencionado, es decir, el régimen israelí, que no está comprometido con ninguno de los documentos relacionados con la prohibición de las armas de destrucción masiva, especialmente el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), y que ha amenazado reiteradamente con atacar instalaciones nucleares dedicadas a fines pacíficos del país persa.
La misión de Irán ha hecho énfasis en que la cooperación de Irán con el organismo debería haberse reflejado y valorado adecuadamente en dicho informe, no obstante, a pesar de este enfoque desagradable, Irán está dispuesto a cooperar más para implementar la declaración conjunta de 4 de marzo de 2023, en pleno cumplimiento de sus derechos y obligaciones en virtud del Acuerdo de Salvaguardias.
De este modo, ha señalado que el término “punto muerto” utilizado en el informe puede verse como un punto muerto autoimpuesto que es —resultado de contar con una información infundada, inventada y poco fiable—.
En la conclusión de la nota se apostilla que Irán espera que la interacción entre la AIEA e Irán continúe de manera constructiva, recalcando que Teherán aboga por más cooperaciones.
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