Así, Londres tiene que llegar primero a un acuerdo financiero con el bloque, antes de iniciar negociaciones comerciales.
En la ciudad francesa de Estrasburgo, tras un largo debate, la Eurocámara impuso sus líneas rojas de cara a la negociación del brexit.
Sin embargo, dejó fuera a Gibraltar de su resolución, ya que ningún acuerdo entre Bruselas y Londres podrá ser aplicado en el peñón, sin un acuerdo entre España y Reino Unido.
Entre otros puntos, la iniciativa rechaza un eventual acuerdo sobre la futura relación, sobre todo comercial, con Reino Unido.
También estipula que Londres deberá cumplir las responsabilidades relacionadas con el financiamiento, en el marco del presupuesto europeo. Prohíbe a los miembros del bloque que negocien de forma unilateral con Londres, y señala que los intereses de los ciudadanos deben estar en el centro de las discusiones.
Mientras, Bruselas afirma que se comporta civil y democráticamente. Se espera que las negociaciones sobre el brexit comiencen en las próximas semanas, tras la notificación oficial de la salida por parte de Londres, el pasado miércoles.
Según la Eurocámara, la relación con Londres nunca ha sido fácil. Ahora, con el divorcio, después de más de 4 décadas juntos, veremos cómo quedarán afectados estos lazos.
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