Bernardo Arévalo se ha reunido con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para expresarle preocupación ante la “persecución política” que experimenta la formación política que encabeza, el Movimiento Semilla, por parte del Ministerio Público.
“Tuvimos una reunión realmente muy sustantiva alrededor de las preocupaciones que nosotros tenemos sobre la persecución política que se hace desde las instituciones de justicia contra nuestro partido y contra nuestra candidatura”, ha dicho el mandatario guatemalteco, según el medio local Prensa Libre.
También ha apuntado el dedo acusador a la Fiscalía por no cesar acciones “ilegales e ilegítimas” para después remarcar que la meta del Ministerio Público es impedir que juramente, lo que, a su juicio, hay la intención de dar un golpe de Estado.
Sin embargo, Arévalo ha alertado que una comisión de la OEA acompañará en el proceso de transición hasta el 14 de enero de 2024, fecha en la que tiene que tomar posesión como presidente de Guatemala, ocupando el puesto del ahora presidente saliente, Alejandro Giammattei.
¿De qué se acusa al Movimiento Semilla?
Tras el triunfo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 25 de junio, la Fiscalía inició acusaciones contra el Movimiento Semilla. Luego, un juez penal ordenó al Tribunal Supremo Electoral suspender a la formación política, aunque el mismo tribunal frenó temporalmente dicha suspensión el 3 de septiembre.
Arévalo y su partido han denunciado ser víctimas de un intento de “golpe de Estado” para neutralizar a su partido en el Congreso y evitar que el progresista asuma el poder.
Este mismo jueves, el mandatario electo de Guatemala ha pedido acceso al expediente del caso que investiga a Semilla, pero que no ha recibido el visto bueno para ello, ha dicho.
“Hemos colocado, desde marzo, una denuncia 30 veces y 30 veces se nos ha negado el acceso a una carpeta de información de la que somos parte. Si eso no es denegación de justicia y vulneración del derecho de defensa, que me expliquen qué es”, ha denunciado.
Por su parte, la fiscal general, Consuelo Porras, niega estar detrás de un golpe de Estado y dice que esos “señalamientos tienen como objetivo detener las investigaciones en curso respecto de denuncias que se han presentado ante el Ministerio Público”.
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