En la última semana de febrero, 14 personas fueron ejecutadas, cinco más resultaron heridas de bala y un soldado perdió la vida durante una operación, pese a la tensa vigilancia que está en marcha en la región.
Esta nueva ola de violencia se produce en momentos en los que el estado de Guerrero todavía sigue en duelo por la desaparición de 43 alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en Guerrero.
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