• El portavoz del Ejército de Nicaragua, coronel Manuel Guevara, interviene en un acto del ente castrense, en 2017.
Publicada: miércoles, 11 de julio de 2018 7:27

El Ejército de Nicaragua niega la participación y presencia militar en los actos violentos, que según la oposición, sirven para reprimir las protestas en el país.

“Rechazamos el montaje de actos donde nunca hemos estado, las falsas informaciones e imágenes manipuladas que tienen como objetivo hacer creer el involucramiento de personal y armamento del Ejército de Nicaragua en actividades de orden público”, señaló el martes el portavoz de la institución castrense, el coronel Manuel Guevara al leer un comunicado.

Esta contundente declaración por parte del ente militar se produce en respuesta a una supuesta presencia de sus efectivos en los grupos armados ilegales que actúan con la Policía en la llamada “operación limpieza” para levantar los bloqueos de las vías colocados por manifestantes, según denuncian los opositores acusados, a su vez por el gabinete ministerial, de buscar la “ruptura del orden constitucional”. 

Ante tales manifestaciones, Guevara dejó muy claro que cualquier información que apunte o involucre a miembros del ente militar en estos sucesos “es totalmente falso” y lejos de la realidad.

Respecto a unos vídeos que circulan, en los últimos días, en las redes sociales en las que se ve a personas armadas con fusiles AK-47, Dragunov, M-16 y hasta ametralladoras emplazadas sobre las camionetas en las que se desplazan esos grupos, hombres vestidos de civil y encapuchados, agregó que “el Ejército reitera que tiene control absoluto de su personal, armamento y medios de todo tipo”.

Rechazamos el montaje de actos donde nunca hemos estado, las falsas informaciones e imágenes manipuladas que tienen como objetivo hacer creer el involucramiento de personal y armamento del Ejército de Nicaragua en actividades de orden público”, subrayó el portavoz del Ejército, el coronel Manuel Guevara.

 

Las manifestaciones contra el Gobierno nicaragüense se iniciaron el 18 de abril en repudio a una fallida reforma al sistema de pensiones, que posteriormente se tornaron violentas por una supuesta represión gubernamental, denunciada por una oposición que demanda la celebración de unas elecciones presidenciales anticipadas.

Estas acciones violentas han sido objeto de reproche y condena por parte del propio mandatario, Daniel Ortega, quien las tachó de “tácticas terroristas” que han empleado los “vándalos” y “bandas de delincuentes” para asesinar a sus hermanos nicaragüenses, incluso con amenazas de matar al propio Ortega, conforme denunció su canciller, Denis Moncada.

Desde el estallido de los disturbios, más de 250 personas han muerto, unas 2000 resultaron heridas y casi un millar de personas fueron detenidas en medio de la violencia desatada desde hace casi tres meses.

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