• El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (izq.) y el presidente estadounidense Joe Biden.
Publicada: martes, 24 de septiembre de 2024 1:39
Actualizada: martes, 24 de septiembre de 2024 2:32

En medio de tensiones crecientes en la región, se ha revelado que Estados Unidos ha dado su apoyo tácito a Israel para llevar a cabo ataques en el sur de El Líbano.

A pesar de las declaraciones del Pentágono, que afirmaron no tener información detallada sobre las operaciones israelíes, el canal de radio y televisión estatal de Israel (Kan) ha indicado que el régimen de Tel Aviv informó a Washington sobre sus planes y recibió el visto bueno para proceder.

Alegó que, aunque el Pentágono solo había recibido indicios sobre la intención de Israel de atacar, no estaba involucrado en la planificación de las operaciones.

Esta situación ha generado interrogantes sobre la actitud permisiva de Estados Unidos ante el aumento de la violencia en la región. El medio hebreo Davar cuestionó por qué Washington no ha presionado a Israel para frenar su ofensiva.

Desde 2006, no se había llegado a un punto tan crítico en las relaciones entre Israel y Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), con ambas partes intensificando sus ataques. A pesar de las preocupaciones expresadas por Estados Unidos sobre la escalada del conflicto, la administración del presidente Joe Biden ha optado por no ejercer presión sobre Israel, lo que ha llevado a diversas interpretaciones sobre sus intenciones.

 

Los analistas sugieren que el interés primordial de Estados Unidos es evitar un aumento de la tensión en Líbano, consciente de las posibles bajas que podría acarrear una guerra con Hezbolá.

Además, existe la preocupación de que la participación de otros actores chiíes en el conflicto podría arrastrar a Estados Unidos a una guerra más amplia, con implicaciones peligrosas para la seguridad nacional y el mercado energético global.

A medida que se acercan las elecciones, queda claro que Washington no desea presenciar una intensificación del conflicto. Sin embargo, las declaraciones de altos funcionarios de la administración Biden, como Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, han mostrado una actitud de tolerancia hacia las acciones de Israel, enfatizando que sus ataques están dirigidos únicamente a combatientes de Hezbolá y no a civiles, lo que plantea dudas sobre la naturaleza de la agresión.

El silencio de otros altos funcionarios del gobierno, como la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Estado Antony Blinken, ante los actos de Israel en Líbano, indica una aparente indiferencia hacia la escalada de la violencia, mientras que sí han emitido opiniones sobre otros conflictos internacionales, desde Ucrania hasta Sudán.

El ejército del régimen sionista comenzó el lunes ataques masivos en diferentes áreas del sur de Líbano, y hasta este momento estos ataques continúan.

El Ministerio de Salud de Líbano ha anunciado que, como resultado de los ataques aéreos del régimen sionista, 492 libaneses han muerto y otros 1645 han resultado heridos.

Hezbolá tampoco ha permanecido en silencio ante los ataques a civiles en este país, y desde las primeras horas de la mañana ha llevado a cabo operaciones contra posiciones y asentamientos sionistas en el norte de Palestina ocupada, bombardeando las posiciones del régimen sionista con decenas de cohetes en la última hora.

ayk/mkh