Publicada: miércoles, 7 de mayo de 2025 5:44

Poco después de la medianoche del pasado viernes, drones militares israelíes bombardearon un barco humanitario que transportaba alimentos y medicinas con destino a la asediada Franja de Gaza.

Por: Humaira Ahad

La embarcación civil, perteneciente a la Coalición de la Flotilla de la Libertad (FFC, por sus siglas en inglés), llevaba ayuda humanitaria a bordo, así como a 30 activistas internacionales provenientes de 21 países, cuyo objetivo era romper el bloqueo total y devastador impuesto por Israel durante dos meses consecutivos sobre la franja sitiada.

Antes de zarpar hacia Gaza, el barco tenía previsto hacer una escala en Malta para recoger a unas 40 personas más, entre ellas la activista climática y de derechos humanos Greta Thunberg, y la coronel retirada del Ejército estadounidense Mary Ann Wright.

“El barco con destino a Gaza, Conscience, fue alcanzado por drones israelíes en aguas internacionales, a tan solo 17 millas náuticas de Malta: las tácticas de bloqueo de Israel han llegado a las puertas de Europa”, denunció el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med), una organización con sede en Ginebra, a través de un comunicado en X.

La FFC es una red internacional de activistas propalestinos que lucha por poner fin al bloqueo israelí sobre Gaza y entregar ayuda humanitaria mediante acciones directas y no violentas.

“A las 00:23, hora de Malta, el Conscience, un barco de la Coalición de la Flotilla de la Libertad, fue atacado directamente en aguas internacionales. La coalición había organizado una acción no violenta bajo un apagón mediático para evitar posibles actos de sabotaje”, explicó la FFC en un comunicado posterior al ataque.

“Voluntarios de más de 21 países viajaron a Malta para embarcarse en la misión hacia Gaza, incluidos reconocidos personajes públicos. La mañana de su salida programada, el barco fue atacado. Drones armados atacaron dos veces la proa de una embarcación civil desarmada, provocando un incendio y una brecha considerable en el casco”, indicó.

El navío quedó inservible y en peligro de hundirse, aunque su tripulación fue rescatada. Tras el asalto, la coalición pidió que se investigara la posible comisión de crímenes de guerra por parte del régimen sionista.

En un comunicado emitido el domingo, la FFC informó haber recibido una “alentadora actualización” por parte del gobierno de Malta, el cual manifestó su intención de proporcionar apoyo logístico y posibles reparaciones al barco.

“Nuestra misión es movilizar la solidaridad global frente al genocidio en Gaza. Durante más de 60 días, no ha ingresado ayuda humanitaria por vía terrestre. Esta crisis exige una acción internacional urgente. Ante la ausencia de voluntad política, seguimos comprometidos a actuar como ciudadanos del mundo”, declaró Yasemin Acar, organizadora y portavoz de la FFC.

“Agradecemos todo el apoyo recibido, pero cada día sin una investigación retrasa la ayuda y niega la justicia. Tenemos derecho a saber quién nos atacó y puso en riesgo la vida de trabajadores humanitarios”, recalcó.

Reacciones al ataque contra la FFC

El ataque al barco de ayuda humanitaria y los acontecimientos posteriores desataron una condena internacional hacia el régimen sionista.

Los grupos de Resistencia palestinos HAMS y la Yihad Islámica condenaron enérgicamente el ataque israelí a la Flotilla de la Libertad, calificándolo de acto de piratería y una flagrante violación del derecho internacional.

“El ataque con drones perpetrado anoche por el ejército de ocupación sionista criminal contra el barco Conscience —parte de la Coalición de la Flotilla de la Libertad— mientras navegaba en aguas internacionales rumbo a entregar ayuda humanitaria a nuestro pueblo en Gaza, constituye un acto de piratería flagrante y terrorismo de Estado organizado”, declaró HAMAS en un comunicado.

“El ataque es una nueva prueba del uso del hambre como arma en el genocidio, una burla descarada a las leyes y normas internacionales, incluidas las decisiones de la CIJ (Corte Internacional de Justicia y la CPI (Corte Penal Internacional), y un desafío insolente a la voluntad de los pueblos libres,” afirmó la Yihad Islámica.

El Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) tildó el ataque como “una violación flagrante de las leyes, normas y valores humanitarios internacionales,” y señaló que el crimen “no habría ocurrido sin el apoyo estadounidense descarado a esta entidad temporal, la complicidad internacional vergonzosa y el silencio árabe igualmente vergonzoso ante la guerra de exterminio”.

El Movimiento Muyahidín describió el ataque como un “nuevo crimen terrorista” que “amenaza la estabilidad y la paz global”, e instó a que los pueblos libres del mundo continúen sus esfuerzos para romper el asedio al territorio palestino bloqueado.

Los Comités de Resistencia Popular calificaron el ataque contra el barco de ayuda como “matonería sionista, crimen y fascismo sin límites”, tachando al régimen israelí de “entidad criminal, fuera de la ley y carente de toda cualidad humana”, así como de “enemigo de toda la humanidad”.

Euro-Med denunció que “el ataque deliberado a un barco civil de ayuda humanitaria en aguas internacionales viola la Carta de las Naciones Unidas, la Ley del Mar y el Estatuto de Roma, que prohíben los ataques a bienes humanitarios.”

“Este ataque encaja en un patrón bien documentado: el uso de la fuerza para bloquear barcos de ayuda con destino a Gaza, incluso mucho antes de que lleguen a sus costas. La asistencia marítima ya ha sido blanco en el pasado. No es la primera vez”, afirmó la organización de Derechos Humanos con sede en Ginebra.

Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos Ocupados, escribió en X que recibió “una llamada angustiada de la gente de la Flotilla de la Libertad, que transporta alimentos y medicinas esenciales a la población hambrienta de Gaza”.

“Hago un llamado a las autoridades estatales competentes, incluidas las marítimas, para que brinden apoyo al barco y su tripulación según sea necesario. Confío en que las autoridades competentes establecerán los hechos e intervendrán adecuadamente”, expresó.

Thunberg, quien debía embarcarse como parte del grupo de la Flotilla de la Libertad rumbo a Gaza, afirmó que este era “uno de muchos intentos por abrir un corredor humanitario y aportar en el esfuerzo por romper el sitio ilegal de Israel sobre Gaza”.

“Durante dos meses, no ha ingresado ni una sola botella de agua a Gaza, y se está produciendo un proceso de hambruna sistemática de dos millones de personas”, agregó la destacada activista climática.

Activistas de derechos humanos a bordo señalaron que continuarán su labor y seguirán alzando la voz frente a las atrocidades cometidas por el régimen israelí en Gaza.

“Nunca pensamos que algo así ocurriría. Es lo más loco del mundo. El barco estaba anclado, esperándonos. ¿Quién enviaría drones para bombardear un barco civil anclado frente a Malta?” dijo Wright, añadiendo que “esto debería ser una advertencia para todos los países europeos”.

Evidencia del ataque de Israel

El ataque al Conscience se produjo el mismo día en que concluyó una semana de audiencias ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria destinada a la Franja de Gaza, en las que representantes de al menos 40 países presentaron sus argumentos.

Mientras tanto, toda la evidencia del ataque apunta a Israel. Citando el sitio web de rastreo de vuelos ADS-B Exchange, CNN informó que un avión C-130 Hércules de la fuerza aérea israelí fue detectado saliendo de los territorios ocupados la tarde del jueves rumbo a Malta.

“El Hércules no aterrizó en el aeropuerto internacional de Malta, según los datos, pero el avión de carga voló a una altitud relativamente baja —por debajo de los 5000 pies— sobre el este de Malta durante un período prolongado de tiempo”, señaló el informe.

“El Hércules sobrevoló la zona varias horas antes de que la Coalición de la Flotilla de la Libertad informara que su embarcación había sido atacada. Los datos de rastreo muestran que el avión regresó a Israel unas siete horas más tarde”, constató.

Mientras finalizaban los procedimientos judiciales, Estados Unidos volvió a demostrar su profunda y directa complicidad en la guerra genocida de Israel contra Gaza.

El abogado del Departamento de Estado de EE.UU. afirmó ante la CIJ que Israel “no tiene obligación” de permitir la entrada de ayuda de la ONU a Gaza, y que Estados Unidos respalda plenamente la prohibición israelí sobre la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

Esto ocurrió mientras las cocinas comunitarias benéficas que han estado alimentando a decenas de miles de niños hambrientos en Gaza se quedaron sin suministros en medio del bloqueo más severo desde octubre de 2023.

Historial de ataques israelíes a embarcaciones de ayuda

En marzo, el ministro de asuntos militares de Israel, Israel Katz, dijo que el “régimen permitirá que las flotillas de protesta lleguen a la costa de Gaza, desembarquen a los manifestantes y luego confiscará los barcos y los trasladará al puerto de Ashdod para usarlos en la evacuación de residentes de Gaza que deseen abandonar el enclave”.

Activistas de la FFC han señalado que Israel ha atacado en numerosas ocasiones a los participantes del movimiento de la Flotilla de la Libertad, e incluso intentó obstruir una misión de ayuda en el marco de este movimiento el año pasado, mientras intentaban socorrer a Gaza durante el genocidio en curso.

En 2010, el ejército israelí asedió y abordó la flotilla Mavi Marmara, tripulada por activistas que transportaban 10 000 toneladas de ayuda a Gaza. Soldados israelíes tomaron como rehenes a los activistas, mataron a 10 de ellos e hirieron a 30. Según los participantes, casi 700 personas viajaban a bordo.

Desde 2007, las autoridades israelíes han impuesto un asedio ilegal al territorio costero.

Un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU calificó el bloqueo a Gaza como ilegal y afirmó que el ataque israelí al barco “reveló un nivel inaceptable de brutalidad”, con evidencias de “homicidio intencional”.

Tras este ataque atroz, la administración del expresidente de EE.UU., Barack Obama, bloqueó en el Consejo de Seguridad de la ONU los intentos de llevar a cabo una investigación internacional sobre el incidente.

Estados Unidos también bloqueó las críticas contra Israel por violar el derecho internacional al atacar una embarcación en aguas internacionales.

Pese a la indignación global que suscitó el ataque, el entonces vicepresidente estadounidense Joe Biden lideró la defensa del asalto israelí a la flotilla humanitaria, calificando la incursión mortal como “legítima”, respaldando el derecho de Israel a asediar a los palestinos en Gaza y culpando a las víctimas.

“¿Y cuál es el gran problema aquí? ¿Por qué tanta insistencia en que llegue directamente a Gaza?”, dijo Biden en aquel momento. “Es legítimo que Israel diga: ‘No sé qué hay en ese barco’”.

En 2014, la Corte Penal Internacional (CPI) decidió no procesar a Israel por el asalto a la flotilla con destino a Gaza en 2010, en el que murieron 10 activistas, a pesar de que existía “una base razonable para creer que se cometieron crímenes de guerra”.

Ataques israelíes a suministros alimentarios

Después del 7 de octubre de 2023, Israel anunció un “bloqueo total” de la Franja de Gaza, impidiendo la entrada de alimentos, agua, medicinas, combustible y electricidad al enclave costero.

El entonces ministro israelí de asuntos militares, Yoav Gallant, se refirió a los palestinos como “animales humanos” y ordenó un “asedio completo” sobre Gaza.

El 29 de febrero de 2024, el régimen mató al menos a 112 palestinos y dejó más de 750 heridos al abrir fuego contra personas que esperaban ayuda alimentaria en el suroeste de Ciudad de Gaza.

La matanza es recordada como la “masacre de la harina”.

En abril de 2024, ataques con drones israelíes dirigidos contra un convoy humanitario de World Central Kitchen (WCK) causaron la muerte de seis trabajadores humanitarios internacionales y un conductor palestino.

WCK se vio obligada a suspender sus operaciones tras el ataque.

Desde el 2 de marzo, Israel ha cortado por completo todos los suministros a los 2.3 millones de habitantes del territorio asediado. El régimen interrumpió toda ayuda humanitaria poco antes de romper un alto el fuego y reanudar su guerra genocida, que ha devastado el enclave palestino y provocado la muerte de más de 52 000 personas.

Según agencias internacionales de ayuda, las reservas de alimentos en Gaza se han agotado por completo.

“Es muy importante entender que este ataque es una extensión del genocidio que está ocurriendo en Gaza y no puede quedar impune”, declaró la activista por los derechos humanos Nicole Jenes respecto al reciente ataque contra la FFC.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) declaró en un informe del 2 de mayo que la respuesta humanitaria en Gaza está “al borde del colapso total”.

“Seis semanas de intensos combates, combinados con un bloqueo total de la ayuda durante dos meses, han dejado a los civiles sin los elementos esenciales para sobrevivir. Sin una reanudación inmediata de los envíos de ayuda, no tendrán acceso a los alimentos, medicinas y suministros vitales necesarios para sostener muchos de los programas que aún funcionan en Gaza,” advirtió el CICR.

A principios de esta semana, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que sus almacenes están vacíos, las pocas cocinas populares que siguen funcionando están racionando severamente sus últimas existencias, y los escasos productos disponibles en los mercados de Gaza se venden a precios exorbitantes que la mayoría no puede pagar.

La semana pasada, un alto funcionario palestino, Ammar Hijazi, dijo a los jueces de la CIJ que “todas las panaderías apoyadas por la ONU en Gaza se han visto obligadas a cerrar sus puertas”.

“Nueve de cada diez palestinos no tienen acceso a agua potable segura. Los almacenes de la ONU y otras agencias internacionales están vacíos”, añadió Hijazi. “Estos son los hechos. La hambruna ya está aquí. La ayuda humanitaria está siendo utilizada como arma de guerra”.


Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.