“Israel sigue aumentando sus actos criminales contra el pueblo palestino. En las últimas 24 horas, las fuerzas de ocupación han cometido dos asesinatos a sangre fría contra los indefensos ciudadanos palestinos”, así lo lamentó el sábado Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
La policía del régimen israelí mató el pasado viernes a un joven autista palestino, llamado Iyad al-Halak, en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), por portar en la mano “un objeto sospechoso” parecido a “una pistola”, una pistola que “nunca” fue hallada.
Horas antes, otro palestino, identificado como Fadi Samara, de 41 años, también fue asesinado a tiros por varios soldados israelíes mientras conducía por la aldea de Nabi Saleh, cerca de la ciudad de Ramalá, en la ocupada Cisjordania.
Hanan resaltó, al respecto, que los crímenes israelíes se han incrementado después de que las autoridades palestinas anunciaran su retirada de todos los acuerdos con Israel y EE.UU. por el plan del régimen de ocupación de anexionarse Cisjordania y otras tierras palestinas.
“Desde aquel entonces, Israel ha aumentado sus actividades criminales con asesinatos, ejecuciones, ataques y detenciones (…) estos actos se realizan en el marco de un terrorismo organizado para intensificar deliberadamente las tensiones y violar los derechos del indefenso pueblo palestino”, agregó.
La funcionaria palestina advirtió, además, que la pasividad de la comunidad internacional ante “la violencia racista” y “la impunidad” de Israel podría normalizar estos crímenes en todo el mundo.
“Cuando el ejército israelí exporta sus métodos de asesinato, la violencia racista se normaliza”, aseveró Hanan, al aludir, en concreto, al brutal asesinato de George Floyd, un afrodescendiente que murió el lunes a manos un policía blanco en la ciudad de Mineápolis, en el norteño estado estadounidense de Minesota.
Según varias organizaciones pro derechos humanos, la violencia ha aumentado en los territorios ocupados palestinos desde enero y tras el anuncio del llamado ‘acuerdo del siglo’ impulsado por el presidente estadounidense, Donald Trump, que ignora los derechos de los palestinos y permite al régimen israelí seguir aplicando sus políticas expansionistas.
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