Esta familia es la última víctima de la sed expansionista del régimen de Israel. Sus soldados demolieron esta casa, dejando a otra familia a la intemperie. Hasan fue testigo de lo ocurrido en esta localidad beduinos en Cisjordania.
Las demoliciones de casas palestinas son una medida habitual para el régimen israelí. Normalmente se realizan sin notificación previa.
El régimen israelí, haciendo como de costumbre oídos sordos a los llamamientos de la comunidad internacional, obliga a los palestinos a abandonar sus tierras para ampliar sus asentamientos ilegales.
Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), cerca de 540 estructuras palestinas fueron destruidas por fuerzas israelíes, provocando el desplazamiento de 742 palestinos.
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