El PMA, una agencia de la ONU que lucha contra el hambre, hizo esta alerta el miércoles, en el contexto del cierre de la entrada de alimentos, combustible, medicinas y otros suministros al enclave palestino, impuesto el pasado domingo por el régimen israelí.
Además, advirtió que sus reservas de combustible solo durarán unas pocas semanas, y ante la carencia de abastecimientos suficientes, decidió priorizar la distribución de alimentos a la población.
Por su parte, la red de Organizaciones No Gubernamentales palestinas alertó que decenas de comedores comunitarios pronto cerrarán debido al bloqueo de Israel, y ello aumenta las posibilidades de un retorno a la hambruna para cientos de miles de palestinos en Gaza.
Amjad Shawa, director de la red de ONG, dijo que muchas cocinas ya se han quedado sin gas, y que la falta de combustible amenaza con cerrar plantas de desalinización vitales que suministran agua potable a los palestinos. Estas últimas dejarán de funcionar en unos días, señaló citado por la cadena de noticias Al Jazeera.
El domingo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció el bloqueo de la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y advirtió de “consecuencias adicionales”, si el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) no aceptaba la nueva propuesta de prórroga de la primera fase de un frágil alto el fuego.
En este escenario, la prohibición del régimen sionista a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza intenta utilizar el hambre como método de guerra contra los palestinos, denuncia HAMAS. Ministros israelíes de extrema derecha han abogado incluso en días recientes por bombardear almacenes con los insumos alimenticios existentes en la Franja.
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