Un informe de investigación publicado el viernes por Middle East Eye (MEE) reveló que el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Jan, recibió en el pasado mayo una advertencia para que abandone la investigación sobre los crímenes cometidos por Israel en Gaza.
Según el reporte, la advertencia fue transmitida por Nicholas Kaufman, abogado defensor británico-israelí vinculado a un asesor del primer ministro Benjamín Netanyahu, durante una reunión con Jan y su esposa, Shyamala Alagendra, en un hotel de La Haya (Países Bajos).
Kaufman aseguró que el asesor legal de Netanyahu le había “autorizado” a presentar a Jan una propuesta que le permitiera “reconsiderar su postura”, tras la emisión de órdenes de arresto contra Netanyahu y su exministro de Asuntos Militares, Yoav Gallant, acusados de crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad durante la guerra de Gaza en noviembre de 2024.
De acuerdo con MEE, Kaufman instó a Jan a solicitar al tribunal la reclasificación de las órdenes y la información asociada como “confidenciales”, y le advirtió que no intentara emitir nuevas órdenes de arresto contra los ministros israelíes Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, señalados por promover asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada.
Una amenaza directa contra la CPI y su fiscal jefe
Durante la reunión en un hotel de La Haya, Nicholas Kaufman advirtió a Jan que, si no se retiraban las órdenes de arresto contra Netanyahu o Gallant, “lo destruirán a usted y destruirán al tribunal”.
Según la nota, Jan y su esposa confirmaron el encuentro y lo calificaron como “una clara amenaza”.
La reunión tuvo lugar menos de dos semanas antes de que se hicieran públicas por primera vez las acusaciones de agresión sexual contra el fiscal jefe, denuncias que él ha rechazado categóricamente. En ese momento, la CPI preparaba solicitudes de órdenes de arresto contra más miembros del gabinete de Netanyahu.
De acuerdo con el informe, la mujer que acusó a Jan de conducta sexual inapropiada le envió en mayo de 2024 mensajes de texto en los que afirmaba que se estaban “jugando juegos” y que intentaban convertirla en “un peón en un juego que no quiero jugar”.
El documento señala que dos investigaciones internas de la CPI sobre dichas acusaciones fueron cerradas después de que la denunciante se negara a cooperar. “Los investigadores no encontraron ninguna irregularidad por parte de la persona que fue objeto de su denuncia”, señaló.
Además de enfrentar amenazas de muerte y acusaciones sexuales infundadas, Jan ha sido objeto de sanciones desde febrero por parte del gobierno de Estados Unidos, que —al igual que Israel— no reconoce la jurisdicción de la CPI sobre las órdenes de arresto emitidas contra Netanyahu y Gallant.
“Este ha sido un intento no solo de destruir a Karim Jan, sino también a la Corte Penal Internacional (CPI), por parte de países que afirman apoyar el estado de derecho internacional”, declaró una fuente en La Haya con conocimiento del caso, bajo condición de anonimato.
En julio pasado, Washington también sancionó a la relatora especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, por denunciar el genocidio perpetrado por Israel en Gaza desde octubre de 2023.
Las sanciones a Albanese forman parte de los intentos de Washington de garantizar la impunidad de Israel. Estas se aplican un mes después de que el país norteamericano imponga embargos a cuatro juezas de la CPI por emitir orden de arresto contra Netanyahu.
Unos 50 países condenaron las sanciones de EE.UU. contra la Corte de La Haya y diciendo que la medida aumenta el “riesgo de impunidad” para crímenes graves y debilita el derecho internacional.
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