El canciller de Irán, Hosein Amir Abdolahian, en una llamada telefónica sostenida este viernes con su homólogo pakistaní, Jalil Abbas Jilani, ha instado a cumplir con seriedad por los acuerdos de seguridad ya alcanzados, tal como las autoridades de los dos países han enfatizado.
Ha dejado claro que las fuerzas de seguridad de Irán enfrentan en sus bases operativas cualquier operación terrorista y no permiten que los terroristas materialicen sus planes.
Refiriéndose a la reciente operación antiterrorista del cuartel general local de Irán contra el grupo terrorista Yeish al-Adl en la región de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, quienes se han responsabilizado de numerosos atentados, incluido el ataque al cuartel general de la Policía de Rask, Amir Abdolahian ha señalado que las fuerzas iraníes han actuado en el marco de sus deberes para neutralizar la amenaza terrorista urgente.
Al respecto, ha indicado que, según las pruebas, más de cincuenta terroristas se estaban preparando para llevar a cabo un acto terrorista contra Irán en este lugar, que fracasó debido a la oportuna acción de las fuerzas iraníes.
El máximo diplomático del país persa ha precisado que en una situación en la que el régimen israelí está asesinando a mujeres y niños en Palestina, la necesidad de la unidad del mundo islámico y de los países grandes e influyentes urge más que nunca.
El canciller de Pakistán, por su parte, ha resaltado el interés mutuo de los dos países en la lucha contra el terrorismo, afirmando que este asunto constituye el núcleo de las cooperaciones entre Teherán e Islamabad, y que Pakistán siempre aboga por las relaciones fraternas y constructivas con Irán.
“Somos dos vecinos antiguos y musulmanes, el terrorismo es nuestro enemigo común y no deberíamos permitir que los terroristas y enemigos puedan perturbar las relaciones entre Teherán e Islamabad. La cooperación y la hermandad es el eje principal de nuestro trabajo”, ha recalcado.
Irán atacó el pasado 17 de enero contra cuarteles del grupo terrorista Yeish al-Adl, ubicados en las alturas de la región pakistaní de Baluchistán, a kilómetros de zonas residenciales, por sus repetidos ataques contra miembros de las fuerzas de seguridad, personal judicial e integrantes del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
A su vez, el 18 de enero, el Ejército pakistaní realizó lo que describió como ataques militares “altamente coordinados” contra “escondites de grupos armados en la provincia de Sistán y Baluchistán en Irán”.
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