• El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, durante una sesión del Consejo de Seguridad.
Publicada: sábado, 16 de noviembre de 2024 3:30

Irán exige en una carta a la ONU las medidas necesarias para detener los crímenes del Israel contra la soberanía nacional y la integridad territorial del país.

La Misión Permanente de la República Islámica de Irán ante las Naciones Unidas anunció el viernes que, en una carta dirigida al secretario general de la ONU, al presidente de la Asamblea General del organismo internacionales y al presidente pro tempore del Consejo de Seguridad, ha presentado una lista de los crímenes del régimen sionista contra la soberanía nacional y la integridad territorial del país, y de sus actos terroristas contra los ciudadanos iraníes.

En este sentido, señaló el ataque israelí del 26 de octubre en el que el régimen israelí lanzó misiles de largo alcance desde unos 100 kilómetros fuera de las fronteras de Irán y utilizando el espacio aéreo controlado por EE.UU. en Irak.

Las agresiones del régimen israelí contra Irán son obvias y frecuentes. Esta ofensiva es parte de un patrón más amplio y continuo de agresión e impunidad que el régimen israelí continúa ejecutando para desestabilizar la región, en particular mediante agresiones constantes, limpieza étnica y crímenes de guerra contra los pueblos palestino y libanés”, afirmó el representante permanente iraní ante la ONU, Amir Said Iravani.

El diplomático iraní aclaró que las acciones de Israel son una flagrante y peligrosa violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, especialmente el principio de soberanía e integridad territorial y la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza contra la soberanía de los países.

“Estos principios no son sólo ideas abstractas; más bien, son los cimientos fundamentales sobre los que se basan la paz y la estabilidad internacionales”, agregó Iravani.

 

A continuación, el representante iraní dijo que el apoyo incondicional de Estados Unidos al régimen israelí, acompañado con su obstrucción en el desempeño de las funciones del Consejo de Seguridad como miembro permanente, ha hecho que este régimen sea más insolente para continuar sus crímenes y agresiones en Gaza y el Líbano, y ahora contra Irán, y socavar gravemente la paz y la seguridad regionales.

Asimismo, Iravani ha recordado que la Carta de la ONU ha encomendado al Consejo de Seguridad identificar cualquier amenaza a la paz, una violación de la paz o un acto de agresión, y tomar medidas decisivas para restaurar la paz y la seguridad internacionales.

“Según el Capítulo VII (de la Carta), el Consejo tiene la autoridad y el deber de responder enérgicamente a las amenazas a la paz internacional y a los actos de agresión. Esta responsabilidad requiere más que palabras o consejos, una acción firme y decidida”, recordó.

De acuerdo con el funcionario iraní, las continuas y sistemáticas violaciones del derecho internacional por parte del régimen israelí (su agresión contra Irán y sus continuos crímenes en Palestina y el Líbano, así como en Siria y Yemen) son una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales y requieren una condena clara y una acción decisiva por parte de este Consejo.

“Ignorar estas violaciones socava la credibilidad del Consejo y su compromiso con los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas”, concluyó el representante de Irán ante ONU.

El 26 de octubre, el ejército israelí llevó a cabo ataques aéreos contra varias posiciones militares del país en las provincias de Teherán (norte), Juzestán (suroeste) e Ilam (oeste).

El sistema integrado de Defensa Aérea logró interceptar y contrarrestar exitosamente el ataque, pero el acto agresivo causó daños limitados en algunas áreas, incluidos varios sistemas de radares y también se cobró la vida de cuatro miembros del Ejército y un civil.

Teherán ha denunciado que la agresión israelí violó la soberanía iraní, por tanto, tiene derecho inminente a la legítima defensa, tal como consagra el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.

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