En una carta dirigida al Consejo de Seguridad y al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el representante permanente de Irán ante el organismo internacional, Amir Said Iravani, ha denunciado que el informe final del panel de expertos de la ONU sobre Yemen se ha basado en suposiciones sobre la dependencia de Ansarolá de instructores extranjeros y apoyo extranjero y concluye que las similitudes entre los materiales utilizados por este grupo yemení y aquellos vinculados a Irán indican que pueden haber recibido experiencia técnica y apoyo de Irán, no obstante, después de una revisión cuidadosa de las supuestas pruebas, las autoridades iraníes rechazaron estas afirmaciones con vehemencia, incluidas las supuestas similitudes entre las armas incautadas y las de fabricación iraní.
Al respecto, ha subrayado que las similitudes de las armas por sí solas no pueden determinar su origen ni probar la participación de Irán, y tales afirmaciones son infundadas, porque se pueden producir armas similares en diferentes partes del mundo mediante ingeniería inversa, y no se trata de una tecnología avanzada ni exclusiva de Irán.
Además, las fotografías e imágenes proporcionadas por el panel carecen de credibilidad y no cumplen con el estándar de evidencia confiable. “Lamentablemente, el panel ha dañado su credibilidad al basarse en suposiciones conjeturales en lugar de presentar hechos verificables y documentados”, ha agregado.
El diplomático iraní ha repudiado también otros alegatos del panel de que las fuerzas de Ansarolá de Yemen reciben entrenamiento en bases militares iraníes, sin proporcionar ninguna explicación sobre cómo ha logrado confirmar esta información. “Irán rechaza categóricamente y sin vacilación estas acusaciones infundadas. Tales afirmaciones deben estar respaldadas por información confiable, verificable y basada en evidencia”, ha criticado.
En respuesta a las alegaciones de que Irán tiene grupos subsidiarios en la región, el embajador del país persa ha destacado que la República Islámica nunca ha tenido grupos proxy y no reconoce a otros países de la región como sus representantes. En este contexto, ha enfatizado que Ansarolá forma parte del Gobierno legítimo de Saná y opera con total independencia política y toma decisiones basándose únicamente en sus intereses y prioridades, por lo tanto, sus actividades y decisiones no tienen nada que ver con la República Islámica de Irán.
En otra parte de su misiva, Iravani ha dejado en claro que la República Islámica de Irán rechaza fuertemente las acusaciones formuladas en el párrafo 67 del informe sobre supuesta coordinación realizada entre Ansarolá, la República Islámica de Irán y otros grupos de la Resistencia en la zona para llevar a cabo la operación Verdadera Promesa. Al respecto, ha precisado que dicha operación fue exclusivamente una iniciativa militar iraní que se llevó a cabo de conformidad con el derecho inherente a autodefensa.
“Esta fue una respuesta directa y proporcionada al ataque terrorista israelí contra las instalaciones diplomáticas de Irán en Damasco el 1 de abril de 2024, que es una clara violación de los principios fundamentales del derecho internacional, especialmente la no agresión a las instalaciones y representantes diplomáticos. Esas afirmaciones infundadas buscan distorsionar la naturaleza legítima de la respuesta de Irán a un acto ilegal de agresión”, ha remarcado.
Iravani ha rechazado también los comentarios que alegan las agencias de noticias como Tasnim y Nour News están afiliadas a las autoridades militares de Irán, y ha manifestado que la República Islámica de Irán tiene un portavoz oficial y las opiniones o análisis de otras personas no pueden considerarse que reflejen la posición oficial de las instituciones del país.
En reiteradas ocasiones, Irán ha asegurado que no da órdenes a las fuerzas de Resistencia regionales, incluido Yemen, sino que actúan de forma independiente contra el régimen israelí.
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