Cada vez son más los estudiantes hispanos que entran a los planteles educativos del distrito escolar unificado de Los Ángeles, y los padres de familia piden que se mantenga un nivel académico igual al que se ofrece en escuelas de otros vecindarios más acomodados, ya que, según ellos, hay una variación educativa que obedece al estatus social y económico.
El maestro de Historia de Secundaria Roosevelt, Eduardo López, asegura que aunque en los últimos años se ha logrado que las autoridades escolares distribuyan el presupuesto de una manera más equitativa, aún se percibe la falta de programas extraescolares que garantizan una mejor educación a los estudiantes.
Se trata de un problema que afecta directamente a las escuelas de comunidades de bajos recursos, que generalmente, de acuerdo a las estadísticas, son habitadas por minorías: hispanos, y afroamericanos en su mayoría.
Ante esta situación, la directora ejecutiva de Educación Bilingüe de California, Jan Gustafson Corea, asegura que el defecto en el sistema educativo es el resultado del racismo.
De acuerdo a muchos maestros, no todo debe ser achacado a las autoridades. La integración familiar de actividades extraescolares también es menor en comunidades hispanas y eso solo puede mejorar si los padres de familia se involucran en la vida escolar de sus hijos.
Víctor Cordero, Los Ángeles.
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