Peskov ha declarado que la “demonización” de Rusia se ha convertido en un elemento obligatorio de las campañas electorales en EE.UU., haciendo referencia al vídeo colgado en Instagram donde el aspirante republicano criticaba la capacidad de su oponente demócrata, Hillary Clinton, de presentar batalla frente a Putin en temas de interés para ambos países.
“Es un secreto a voces que demonizar a Rusia…es un sello obligatorio en la campaña electoral de Estados Unidos; lo lamentamos sinceramente y deseamos que el proceso electoral se lleve a cabo sin referencias a nuestro país”, ha declarado el vocero ruso.
Es un secreto a voces que demonizar a Rusia…es un sello obligatorio en la campaña electoral de Estados Unidos; lo lamentamos sinceramente y deseamos que el proceso electoral se lleve a cabo sin referencias a nuestro país”, ha declarado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En el vídeo se muestra a Putin derribando con facilidad a un oponente en judo, acto seguido muestra la inscripción "los demócratas tienen la respuesta perfecta" y las imágenes de la principal candidata del partido demócrata, Hillary Clinton, ladrando como un perro en un mitin de campaña. El anuncio termina otra vez con Vladimir Putin, esta vez riéndose, y la frase "No podemos hacer el ridículo. Donald Trump. Devuelve la grandeza a EE.UU."
Ante la polémica del vídeo el portavoz presidencial ruso ha dicho que vio el anuncio y no le gustó nada. "No sé si lo vio también Vladimir Putin", ha añadido.
Donald Trump era hasta hace bien poco, el candidato favorito del Kremlin para presidir EE.UU. "Es una persona brillante y con talento... quiere avanzar hacia una nueva y más sustancial relación con Rusia; ¿cómo no podríamos dar la bienvenida a esto?", había dicho el presidente ruso, en su comparecencia anual ante la prensa en diciembre del año pasado.
Pero las esperanzas de Rusia de que Trump y Putin pudieran encontrar un lenguaje común en el futuro se han desvanecido este jueves. Las relaciones entre Rusia y EE.UU. son un tema recurrente de la campaña electoral norteamericana.
Las dos superpotencias nucleares mantienen importantes diferendos y los vínculos entre Moscú y Washington atraviesan su peor momento desde el final de la Guerra Fría, con Ucrania y Siria como principales escenarios de fricción. Clinton, durante un debate demócrata en enero pasado, llegó a calificar a Putin de “matón”, subrayando, a su vez, la necesidad de tener que reiterarle "continuamente" la posición de EE.UU. debido a su tendencia a "tomar todo lo que puede".
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