El avión se desvió unos 500 kilómetros de la ruta más corta entre Moscú y la ciudad alemana de Hamburgo, donde el 7 y 8 de julio se celebra dicha cumbre, informó el sábado la agencia británica de noticias Reuters.
Según los datos del sitio de registro de vuelos Flightradar24, la aeronave presidencial decidió no sobrevolar el territorio de los países Bálticos y Polonia, que son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Sin embargo, el aparato sí entró en el espacio aéreo de Finlandia y Suecia, que no pertenecen a la alianza.
En este contexto, el secretario de prensa del presidente, Dmitri Peskov, se negó a comentar la trayectoria del vuelo del avión presidencial de camino a la cumbre del G20, ya que este tema está relacionado con cuestiones de seguridad.
La OTAN, que tras el surgimiento de la crisis en Ucrania en 2014, experimenta un empeoramiento de sus relaciones con Rusia hasta niveles no vistos desde la Guerra Fría, multiplicó sus maniobras militares y patrullas terrestres, marítimas y aéreas, en el este de Europa, además de aumentar su presencia militar en los países bálticos.
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