El representante permanente adjunto ante las Naciones Unidas, Dmitri Polianski, envió el 26 de noviembre una carta —que se puso a disposición el viernes— al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en la que reiteró la postura de su país en apoyo a la República Islámica ante los infundios sin pruebas de Estados Unidos sobre lo que describe como la amenaza nuclear que supuestamente supone el programa de misiles de Irán.
EE.UU. y la troika europea (el Reino Unido, Francia y Alemania) siguen acusando a Irán de estar desarrollando misiles balísticos con capacidad nuclear. De hecho, esta misma afirmación constituyó el pretexto del presidente norteamericano, Donald Trump, de retirar en mayo de 2018 a su país, de forma unilateral, del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas inglés)—.
No obstante, señaló Polianski, existe una “falta total de evidencia de que Irán está desarrollando o produciendo un arma nuclear (...) o desplegando cualquier infraestructura para el almacenamiento o mantenimiento de armas nucleares”.
El diplomático ruso, del mismo modo, cuestionó los intentos de Washington de implicar a Teherán en actividades relacionadas con armas nucleares citando el Régimen de Control de Tecnología de Misiles (MTCR, por sus siglas en inglés), un mecanismo que es un entendimiento político informal y que no puede implementarse para tratar de incriminar las actividades de misiles de Irán, agregó el enviado.
(Existe una) falta total de evidencia de que Irán está desarrollando o produciendo un arma nuclear (...) o desplegando cualquier infraestructura para el almacenamiento o mantenimiento de armas nucleares”, señala el representante permanente adjunto ante las Naciones Unidas, Dmitri Polianski.
Polianski, además, restó competencia a EE.UU. para lanzar tales acusaciones antiraníes, mientras él mismo lleva un historial marcado por violaciones de los acuerdos internacionales.
En este sentido, recordó la salida del país norteamericano del pacto nuclear —seguida posteriormente con la reimposición de sanciones contra Irán—, así como su retirada del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) con Rusia.
LEER MÁS: “Al Gobierno de Trump no le gustan los acuerdos internacionales”
Las críticas del funcionario a EE.UU., por otra parte, se enfocaron en el plan de EE.UU. de socavar los esfuerzos destinados a crear un Oriente Medio libre de armas nucleares.
Teherán ha dicho repetidamente que ninguno de sus misiles ha sido diseñado para portar armas nucleares. Además, defiende que todas sus actividades relacionadas con misiles balísticos respetan las disposiciones de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que aprueba el PIAC.
Anteriormente, el líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, atribuyó la oposición del Occidente al desarrollo de Irán en el ámbito de la energía nuclear a su intención de privar a la nación persa del conocimiento, la industria y la capacidad nuclear.
LEER MÁS: Líder: Irán no construirá, almacenará y usará armas nucleares
tqi/ktg/hnb