“Estamos preparados para imponer sanciones secundarias a otros gobiernos que continúen este tipo de comercio con Irán”, ha señalado Brian Hook, el asesor principal de políticas del secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, según recoge el diario local The Wall Street Journal.
Las afirmaciones del funcionario norteamericano hacen alusión a la compra del crudo iraní por parte de otros países tras la entrada en vigor de las sanciones que EE.UU. pretende imponer a Irán desde principios del próximo mes de noviembre.
Estados Unidos, ha agregado Hook, sin dudas espera el pleno cumplimiento por parte de todas las naciones en cuanto a no arriesgarse a la amenaza de sanciones secundarias de Washington, si siguen sus transacciones con el país persa.
Además, ha hecho hincapié en que el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Turmp, emitiría exenciones a las sanciones solo a los países que hicieran “esfuerzos” para reducir la compra de petróleo de Irán.
Estamos preparados para imponer sanciones secundarias a otros Gobiernos que continúen este tipo de comercio con Irán”, afirma Brian Hook, el asesor principal de políticas del secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, refiriéndose a la compra del crudo iraní.
Este informe ve la luz el mismo día en el que el Departamento de Estado de EE.UU. anunció la creación de un grupo de acción para redoblar las presiones económica y política sobre Irán.
Tras retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), Washington amenazó con sanciones a cualquier entidad o persona que haga negocios con el país persa.
Mientras tanto, China, el mayor cliente del crudo de Irán, ha arremetido este mismo viernes contra el unilateralismo de EE.UU., así como su decisión de imponer embargos a Teherán y ha reiterado su disposición para reforzar las cooperaciones con el país persa.
Por su parte, Teherán, además de catalogar de meras “fantasías infundadas” los intentos de Washington para evitar la exportación de crudo iraní, avisa de que si no saca provecho, pese a respetar el pacto nuclear, podría hacer falta reequilibrar compromisos y beneficios en conformidad con el mismo.
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