Si cualquier país de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) autoriza a Kiev a usar misiles en su territorio, se enfrentarán directamente contra Moscú, alertó el jueves el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, en declaraciones transmitidas por la televisión pública del país.
Su advertencia se produjo en momentos en que los líderes de Europa y Estados Unidos están evaluando flexibilizar las normas sobre disparar armas occidentales, incluidos misiles de largo alcance, contra el territorio ruso, algo que Ucrania ha solicitado sobre todo en los últimos meses.
“Si esa decisión se toma no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de EE.UU. y de los países europeos, en la guerra en Ucrania [...]. Significaría que los países de la OTAN están en guerra con Rusia”, enfatizó Putin.
El jefe de Estado ruso dijo que, aunque, actualmente, Kiev está llevando a cabo agresiones al territorio ruso con drones occidentales, el uso de misiles de precisión sería una escalada peligrosa y alteraría la naturaleza y alcance del conflicto.
Alertó que, ante tal coyuntura, Rusia tomará “las decisiones adecuadas en función de las amenazas” que se le planteen.
Este mismo viernes, el presidente estadounidense, Joe Biden, recibirá en la Casa Blanca a su homólogo británico, el laborista Keir Starmer, para cerrar un acuerdo de apoyo a Ucrania, se prevé que en la cita se discuta sobre permitir o no a Kiev usar misiles de largo alcance contra Rusia en la guerra.
Washington se ha mostrado reacio a suministrar armas de largo alcance a Ucrania por temor a que esto pueda intensificar el conflicto que dura ya dos años y medio, pero hay indicios de que su postura puede estar cambiando.
Biden, al ser preguntado el martes si levantaría las restricciones al uso de misiles como los ATACMS por parte de Kiev, declaró que su Administración estaba “trabajando en eso ahora”.
Rusia responsabiliza a la OTAN por la prolongación del conflicto con Ucrania —iniciado en febrero de 2022— mediante el continuo suministro de armas letales al país europeo. Según Moscú, la Alianza Atlántica ya se ha convertido en una parte de la guerra al entregarle a Kiev datos de sus satélites espías para determinar la ubicación de los objetivos en el interior de Rusia y atacarlos, y alerta que ello tendrá peligrosas implicaciones para Occidente.
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