Serguéi Lavrov aseguró en una entrevista con la agencia TASS que “Rusia no está satisfecha con las propuestas del equipo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de aplazar durante 20 años la adhesión de Ucrania a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y desplegar allí un contingente de fuerzas de paz de la UE y el Reino Unido”.
En tal sentido, el ministro ruso de Asuntos Exteriores dejó claro que el conflicto debe resolverse mediante acuerdos jurídicamente vinculantes que eliminen sus causas profundas y consagren el mecanismo de la imposibilidad de violarlos.
Lavrov señaló que, por el momento, Moscú no ha recibido ninguna señal oficial de Estados Unidos sobre el arreglo de la situación en Ucrania.
Mencionó que, hasta el 20 de enero, fecha de su toma de posesión, Donald Trump tiene el estatus de “presidente electo” y toda la política en todos los frentes la determina el presidente en ejercicio y su Administración.
“Y, por ahora, solo este último está autorizado a mantener contactos con Rusia en nombre de Estados Unidos. De vez en cuando, como nos informan regularmente, esto ocurre, pero en esos contactos no se habla de negociaciones sobre Ucrania”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores ruso, mientras explicó que Moscú está dispuesta a negociar sobre Ucrania, “pero los acuerdos en la materia deben ser inquebrantables”, reporta TASS.
Lavrov aseguró que, si se celebran conversaciones con la próxima Administración estadounidense, Moscú no aceptará las propuestas difundidas por los medios de comunicación y procedentes de los miembros del equipo de Trump.
En noviembre, el rotativo Wall Street Jornal informó que los asesores de Trump habían elaborado un plan para resolver el conflicto. La propuesta incluye retrasar durante dos décadas la adhesión de Ucrania a la OTAN, congelar la línea de frente actual y establecer una zona desmilitarizada controlada por fuerzas de paz de los aliados europeos de Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores señaló que la posición de Rusia sobre la solución de las hostilidades es “bien conocida”, en referencia a las condiciones para la paz, que implican un estatus neutral y no alineado para Ucrania (que le impide unirse a la OTAN) y restricciones al despliegue de armamento extranjero en el país.
A su vez, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha dicho que cualquier negociación debe tener en cuenta las realidades sobre el terreno que han surgido desde 2022. Esto incluye el estatus de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Jerson y Zaporiya, que pasaron a formar parte de Rusia tras los referendos celebrados en otoño de ese año.
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