La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha declarado este miércoles que el mapa de Ucrania para señalar las zonas bajo control ruso exhibido en la Casa Blanca durante las conversaciones entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue una fuerte bofetada al régimen de Kiev y sus aliados occidentales.
“Este dibujo fue una fuerte bofetada, y pretendía hacerles entrar en razón a todos aquellos que durante años, desconectados de la historia, la geografía y la realidad, hablaban sin parar sobre el campo de batalla, donde se decidiría todo, sin entender de qué estaban hablando”, ha declarado en una entrevista con Sputnik.
Además, ha añadido que el mapa mostró claramente al presidente ucranio y a sus aliados occidentales “cuánto han perdido en todos los sentidos”.
Trump y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se reunieron en Alaska el 15 de agosto para discutir el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Unos días después de este encuentro, el presidente estadounidense se reunió con Zelenski y líderes europeos en la Casa Blanca para buscar acuerdos de seguridad y un posible alto el fuego en el conflicto ucraniano, afirmando que el presidente ruso quiere poner fin a la guerra en Ucrania.
Durante la reunión en la Casa Blanca entre Trump, Zelenski y líderes europeos, se colocó frente a los presidentes de Estados Unidos y Ucrania un mapa que resaltaba las regiones de Ucrania controladas por Rusia.
Según fuentes con conocimiento directo de la cumbre de 18 de agosto, como requisito para concluir el conflicto, Putin ha insistido en la retirada de Kiev de la región del Donbás (este de Ucrania), que comprende las provincias de Donetsk y Lugansk. Aunque Lugansk está casi completamente bajo control ruso, Ucrania ha mantenido áreas clave de Donetsk, incluyendo las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk.
Putin ha comunicado a Trump que, a cambio de Donetsk y Lugansk, detendría nuevos avances y congelaría el frente en las regiones del sur de Jersón y Zaporiyia, donde las fuerzas rusas han controlado áreas significativas.
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