Las manifestaciones estallaron tanto en el campamento de Yarmuk como en la plaza de los Omeyas, mostrando una solidaridad inquebrantable con el pueblo de Gaza y Daraa.
En el campamento de Yarmuk, al sur de la capital Damasco, los manifestantes se congregaron el último viernes de Ramadán, en que se conmemora el Día Mundial de Al-Quds. Los participantes en la protesta corearon consignas contra la ocupación israelí y en apoyo a la resistencia palestina, en particular, reflejaron su profunda indignación por el genocidio en curso en la Franja de Gaza.
Sirios y palestinos consideran que la causa palestina une al mundo árabe e islámico, reuniendo a todos los que defienden la justicia y la resistencia.
Mientras tanto, en la Plaza de los Omeyas, los manifestantes condenaron las violaciones israelíes en Siria y Palestina, denunciando los repetidos ataques de la ocupación al sur de Siria, en particular la reciente masacre de Koayya.
Los manifestantes enfatizaron su rechazo a la ocupación y las amenazas israelíes. Instaron a la comunidad internacional a adoptar una postura firme contra las violaciones de la soberanía siria por parte de Israel.
Sirios y palestinos envían un mensaje claro: la resistencia no se doblegará. Mientras Israel intensifica sus ataques, el pueblo se mantiene firme, unido por Gaza, por Daraa y por la liberación de todos los territorios ocupados.
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