Desde México; Los migrantes que nadie ve: los centroamericanos

Robo a mano armada, asalto con violencia, violación sexual, extorsión y privación ilegal de la libertad son algunos delitos que sufren miles de migrantes centroamericanos, sin papeles, al transitar por territorio mexicano.

Según estimaciones de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob) de México, en 2016, cerca de 300 mil centroamericanos, principalmente guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, transitaron por México con intención de llegar a la frontera norte.

Sin embargo, esta cantidad de migrantes todavía se considera una pequeña fracción de los cientos de miles que usan el país como corredor, sin tomar en cuenta las condiciones de vulnerabilidad y sin la garantía del respeto a sus derechos humanos.

De acuerdo con organizaciones civiles, la fragilidad de los extranjeros que cruzan el país de manera ilegal quedó al descubierto en dos trágicos sucesos de violencia y exclusión más onerosos de la historia reciente de México.

Por un lado, la masacre de San Fernando Tamaulipas, ocurrida en 2010, en la que murieron asesinados decenas de migrantes a manos del crimen organizado. Por otro lado, la crisis de niños y adolescentes migrantes no acompañados de 2014 en la frontera México-EE.UU., en donde se le negó a los infantes y menores centroamericanos el ejercicio del derecho al asilo-refugio.

Ante este panorama, ¿qué acciones está realizando el Gobierno mexicano para reducir la inseguridad que enfrentan estos migrantes y orientar los flujos hacia vías ordenadas y seguras?

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