En una rueda de prensa realizada el lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, afirmó que esta medida se ha tomado como reciprocidad, dos semanas después de que Washington impusiera restricciones de visado a funcionarios chinos vinculados a políticas que limitan el acceso de extranjeros a la región del Tíbet.
“De conformidad con la Ley de Relaciones Exteriores de la República Popular China y la Ley Antisanciones Extranjeras de la República Popular China, China ha decidido imponer restricciones de visado al personal estadounidense que ha actuado de forma atroz en relación con los asuntos vinculados a Tíbet”, destacó Lin.
El vocero de la Cancillería china también subrayó que los asuntos relacionados con el Tíbet son estrictamente asuntos internos de China. “Las restricciones arbitrarias de visado impuestas por Estados Unidos a funcionarios chinos, bajo el pretexto de cuestiones vinculadas al Tíbet, violan el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales”, agregó.
Lin resaltó que el Tíbet disfruta de plena estabilidad y desarrollo, contrastando con la narrativa occidental que busca presentar la región como un territorio en conflicto.
“Nos oponemos firmemente a que cualquier país o individuo utilice falsos pretextos —como los derechos humanos, la religión o la cultura— para inmiscuirse en los asuntos del Tíbet”, afirmó el portavoz de la Cancillería china.
Asimismo, rechazó “categóricamente” cualquier tipo de injerencia y denunció las acciones de personas con malas intenciones que buscan aprovechar visitas al Tíbet para llevar a cabo actividades de sabotaje.
Sin embargo, señaló que el Tíbet es una región plenamente abierta al mundo y que China recibe con beneplácito a quienes deseen visitarla, invertir o disfrutar de su riqueza cultural, pero advirtió que Pekín no tolerará que esta apertura sea explotada por fuerzas extranjeras con agendas ocultas.
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