“Si el derramamiento de sangre en Yemen y Palestina continúa y Trump decide viajar a la región, pagará un alto precio”, advirtió el martes Hazam al-Asad, miembro del buró político del movimiento popular yemení Ansarolá, en un comunicado.
En este sentido, dejó claro que hasta que no terminen los ataques israelíes contra los palestinos en la Franja de Gaza, los mares Rojo y Mediterráneo, donde Yemen opera contra los buques de Israel y su aliado EE.UU., no tendrán seguridad.
“La ecuación es clara: No habrá calma en la región a menos que Gaza esté en calma; y no habrá seguridad en el Mediterráneo y el mar Rojo a menos que Gaza esté segura”, sentenció.
El mensaje de advertencia viene de cara a la próxima visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump a la región. La Casa Blanca anunció que Trump tiene la intención de visitar Arabia Saudí el próximo mes de mayo, con la posibilidad de dirigirse posteriormente a otros países como parte de su gira internacional.
Desde la segunda quincena de marzo, Yemen ha disparado más de 19 misiles balísticos contra los objetivos israelíes en los territorios ocupados tras la reanudación de las agresiones militares del régimen sionista contra Gaza.
En las últimas semanas, Washington ha intensificado sus ataques contra Yemen por el apoyo de este país árabe a los palestinos en Gaza.
A pesar de las consecuencias de estos ataques, las Fuerzas Armadas de Yemen continúan sus operaciones en apoyo a la Resistencia y al pueblo palestino en la asediada Franja de Gaza, llevando a cabo ofensivas sin precedentes que han alcanzado el corazón de los territorios ocupados, embarcaciones vinculadas al régimen de Israel e incluso buques de guerra estadounidenses en el mar Rojo y otras aguas adyacentes, además de derribar varios drones avanzados de Estados Unidos.
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