Mediante un comunicado emitido este lunes, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ha congratulado el inicio de la “Semana del Gobierno” y ha elogiado al presidente, Masud Pezeshkian, y a sus colegas en el Ejecutivo por “servicios sinceros” al pueblo.
La nota enfatiza que las Fuerzas Armadas de Irán harán todo en sus manos para fortalecer el poder y desarrollar la capacidad defensiva, con la meta de “defender los intereses del país, la integridad territorial de Irán y la esencia del sagrado Sistema de la República Islámica”.
El Estado Mayor ha resaltado que, durante las últimas décadas, la “unidad, la solidaridad y el profundo vínculo entre el pueblo y los responsables” de la República Islámica ha fortalecido el “poder y el desarrollo del país en diversos ámbitos como la construcción, el progreso y el avance científico”.
Asimismo, ha destacado que la unidad y la cooperación del pueblo con los responsables del país y las Fuerzas Armadas han desesperado a los enemigos y “frustrado sus planes maliciosos” contra Irán.
La nota advierte sobre los esfuerzos de Estados Unidos e Israel para “fomentar la división y la polarización dentro de Irán, con el objetivo de infiltrarse en las filas unidas del pueblo, los tres Poderes del Estado y las Fuerzas Armadas”, a fin de compensar su derrota militar en la guerra de 12 días.
En este sentido, el texto enfatiza que “cualquier intento de generar división y multiplicidad de voces desde cualquier corriente o tribuna que dañe la cohesión nacional, sin duda, es jugar en el campo de los sionistas y de Estados Unidos”.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ha asegurado que “responderá con mayor firmeza y contundencia que nunca a cualquier aventura o amenaza de los enemigos” del país, “haciendo que los enemigos […] se arrepientan para siempre de sus acciones”.
El conflicto de 12 días estalló el 13 de junio cuando el régimen israelí llevó a cabo un ataque sin motivo contra Irán, asesinando a 1069 personas, entre ellas altos mandos militares, científicos nucleares y civiles.
Menos de diez días después, Estados Unidos entró oficialmente en la guerra bombardeando tres instalaciones nucleares con fines pacíficos, protegidas por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear.
Irán respondió la agresión con fuerza lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, y un ataque de represalia contra la mayor base estadounidense en la región, lo que logró detener el asalto ilegal e imponer un alto el fuego a los agresores el 24 de junio.
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