En declaraciones pronunciadas el viernes en la ciudad de Yasuy (suroeste de Irán), Jatib asubrayó que el régimen sionista, según su propia admisión, se enfrenta a una epidemia de infiltración y espionaje contra Irán en su propio interior.
“Recientemente, anunciaron la detención de un oficial de la fuerza aérea por espiar para Irán y transferir documentos sobre energía nuclear y valiosos documentos clasificados, lo que demuestra la capacidad y la autoridad del país [Irán], así como de sus aparatos militares, de inteligencia y de seguridad”, resaltó.
Refiriéndose a la unidad y solidaridad del pueblo iraní en la referida guerra impuesta, el ministro recalcó que el enemigo intentó destruir el capital social del país y el apoyo popular al Sistema, pero el resultado fue el contrario, pues, de hecho, presenciamos un Irán unido, y se formó una unidad sagrada.
Al respecto, precisó que, en la guerra de 12 días, los enemigos movilizaron a los takfiríes errantes y a los elementos del grupo terrorista Daesh desde Siria hacia Irán, utilizaron todas sus capacidades para contrabandear y almacenar armas dentro del país, crearon numerosas redes con la ayuda de diversas monedas y criptomonedas, y perpetraron ciberataques generalizados.
Agregó que sus esfuerzos se centraron en provocar incidentes en el noroeste, sureste y en el interior del país para que pudieran causar inestabilidad u ocupar alguna parte del territorio nacional, no obstante, gracias a Dios, las directrices del Líder de la Revolución Islámica (el ayatolá Seyed Ali Jamenei), las capacidades militares, policiales, judiciales, de inteligencia y de seguridad, sus planes fueron derrotados.
Las afirmaciones de Jatib se produjeron luego de que las autoridades israelíes imputaran oficialmente el jueves a un soldado israelí por realizar presuntamente actividades de espionaje en favor de Irán.
En los últimos dos años, el régimen de Tel Aviv ha arrestado a decenas de israelíes bajo acusación de colaborar con la inteligencia iraní. La policía israelí ha descrito el fenómeno de israelíes que espían para la República Islámica como algo sin precedentes.
Durante la guerra impuesta de 12 días en pasado junio, la fuerte censura militar israelí impidió la divulgación de información sobre muchos de los emplazamientos militares y de inteligencia sensibles atacados por Irán. Israel suspendió las transmisiones de varios medios de comunicación internacionales y amenazó con detener a cualquiera que filmara los lugares de impacto de misiles.
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