Las sanciones van a venir, de hecho, van a venir muy y muy rápido, siempre que las conversaciones se colapsen.
"Las sanciones van a venir, de hecho, van a venir muy y muy rápido, siempre que las conversaciones se colapsen”, ha anunciado Boehner, en una entrevista con la cadena televisiva estadounidense ‘CNN’.
"Francamente, deberíamos haber mantenido las sanciones en su sitio, de manera que hubiéramos logrado un acuerdo real", considera el legislador norteamericano que muestra "serias dudas" sobre los alcances de los diálogos nucleares en curso.
El presidente de la Cámara Baja de EE.UU. hace estos comentarios mientras está en desarrollo una ronda de conversaciones nucleares entre las seis potencias mundiales (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) e Irán en la ciudad suiza de Lausana a fin de alcanzar un acuerdo definitivo.
Los legisladores republicanos en el Congreso de EE.UU. han intentado frustrar los esfuerzos de la Administración de Obama para que las conversaciones nucleares terminen con éxito y, en este camino, impulsan la imposición de una nueva ronda de sanciones económicas contra el país persa.
En un acto extraño, el 9 de marzo, un grupo de 47 senadores republicanos envió una carta a Irán, advirtiendo que cualquier acuerdo alcanzado con el presidente Barack Obama sería un "mero acuerdo ejecutivo" ya que podría ser revocado "con el trazo de una pluma" y que Congresos futuros podrían modificar los términos del acuerdo en cualquier momento".
Un elemento delicado de estas conversaciones son las injustas sanciones unilaterales, impuestas por el Occidente desde 2006 contra Irán, de modo que el presidente iraní, Hasan Rohani, ha dejado claro que cualquier acuerdo debe pasar por el levantamiento total de estas medidas coercitivas, ya que "el principal objetivo del acuerdo es el de forjar confianza entre las dos partes".
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